En un contexto marcado por el 215 aniversario del movimiento de independencia en México, emergen preocupaciones sobre la corrupción y el abuso de poder que parecen ensombrecer las celebraciones. Las cifras son impactantes: el contrabando de combustible, orquestado por altos mandos de la Marina Armada de México, ha causado un daño impresionante al Estado, ascendente a 554 mil 750 millones de pesos, cifra tres veces mayor al presupuesto del IMSS-Bienestar para el 2025. Este contrabando, conocido como “huachicol fiscal”, tiene implicaciones direccionalmente alarmantes sobre la integridad de los recursos públicos.
Además, el caso de “La Barredora”, una organización criminal de robo de combustible en Tabasco, resuena como un eco de la corrupción institucional. Hernán Requena, señalado como cabeza del cártel, cuenta con conexiones que trascienden el ámbito criminal, incluyendo figuras políticas clave. Su reciente detención en Uruguay resalta la complejidad de un sistema donde las relaciones de poder juegan un papel crucial.
La administración de la presidenta Sheinbaum enfrenta un reto monumental. Como líder del partido oficial, debe lidiar con la reputación de aquellos que han perpetrado delitos que manchan no solo al Gobierno, sino también a las propias Fuerzas Armadas, a las que representa. En este tenso escenario, se revela una realidad desalentadora para las mujeres en México. La desigualdad en el acceso a oportunidades y recursos se hace más palpable, especialmente en un contexto donde las celebraciones patrias se ven empañadas por devastadores incidentes que demuestran la falta de infraestructura y regulación adecuada en la capital.
El análisis del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2026 encierra ambivalencias que podrían perjudicar a sectores ya vulnerables. La reducción del presupuesto destinado a la Secretaría de las Mujeres, que queda en solo un 0.4%, así como disminuciones significativas en otras áreas, como Salud y Cultura, plantean inquietudes sobre las verdaderas prioridades del Gobierno. La transferencia de recursos a Pemex y otros proyectos, como el Tren Maya, pone de relieve un desbalance que podría comprometer la atención a necesidades sociales urgentes.
Con un incremento de la Deuda Pública que alcanzará 20 billones de pesos, se pone en tela de juicio el compromiso del Gobierno hacia un verdadero bienestar social. Momentos que deberían ser de reflexión y celebración se convierten en una invitación a repensar las políticas públicas, especialmente aquellas que afectan a las mujeres, quienes continúan cargando con el peso de la desigualdad.
Así, a medida que se aproxima el festejo por la independencia, se plantea una pregunta crucial: ¿cómo se reflejan las prioridades del actual Gobierno en las vidas diarias de los ciudadanos? La respuesta requiere un enfoque crítico e informativo, que esté a la altura de los desafíos que enfrenta el país en este momento decisivo.
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