La Fiscalía de Ecuador ha tomado la delantera en un escándalo que ha sacudido al país al acusar al expresidente Lenín Moreno de recibir sobornos por un contrato relacionado con la construcción de una hidroeléctrica. Este caso, identificado como el caso Sinohydro, ha captado la atención nacional e internacional, involucrando a un total de 24 personas, entre las cuales se encuentran tanto la esposa como una hija de Moreno.
Moreno, quien ocupó la presidencia entre 2017 y 2021 y sirvió previamente como vicepresidente de Rafael Correa, figura prominente en la política ecuatoriana, ha defendido su inocencia frente a estas serias acusaciones. Desde 2021, vive en Paraguay, donde ha asumido el rol de comisionado de la Organización de Estados Americanos (OEA) para Asuntos de Discapacidad. Sin embargo, a pesar de su nuevo cargo, la preocupación por su situación legal en Ecuador persiste. En 2023, un juez le instruyó a presentarse periódicamente ante las autoridades, lo que ha añadido un elemento de incertidumbre a su vida actual.
La fiscalía ecuatoriana ha presentado un dictamen acusatorio que incluye a Moreno en una red de corrupción que presuntamente operó entre 2009 y 2018. Las acusaciones apuntan a que el exmandatario pudo haber participado en el desvío de 76 millones de dólares en coimas. Esto a cambio de la concesión del contrato para la construcción del proyecto hidroeléctrico Coca-Codo Sinclair, un proyecto impulsado durante la administración de Correa. Es importante señalar que Correa ya ha sido condenado a ocho años de prisión por corrupción en un juicio en ausencia.
La sala judicial ha empezado a funcionar a medida que se llevan a cabo las audiencias relacionadas con este caso, y se espera que un juez de la Corte Nacional decida si se lleva a juicio a Moreno y a los otros imputados. Entre ellos están algunos de sus familiares, un empresario cercano y el exrepresentante de Sinohydro en Ecuador.
Aunque Moreno ha negado todas las acusaciones en su contra y ha afirmado que no busca asilo en Paraguay, el frágil panorama legal se ha convertido en el centro de atención mediática, generando un interés particular entre los ciudadanos ecuatorianos. La audiencia continuará el día siguiente, levantando las expectativas sobre un posible desenlace.
Es crucial seguir el desarrollo de este caso que no solo impacta a sus protagonistas, sino que también refleja el contexto de la corrupción en las altas esferas del poder en Ecuador. La corrupción ha sido una batalla persistente para el país, y el desenlace de esta situación podría tener repercusiones significativas en la percepción pública respecto a la integridad de los funcionarios en su país. La historia está lejos de acabar, y los ojos de la nación estarán atentos a cada nuevo acontecimiento.
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