En una noche marcada por el desánimo, el Auditorio Orlegi del Territorio Santos Modelo fue testigo de una dura derrota para los Guerreros. El director técnico español, Francisco Rodríguez Vílchez, se presentó ante la prensa con un discurso directo y emocional, asumiendo la responsabilidad de un resultado que dejó a todos en el club, incluida su afición, bastante decepcionados.
“El 1-4 es un resultado que definitivamente no es bueno”, declaró Rodríguez Vílchez, quien subrayó que, a pesar de la abultada derrota, el equipo no había sido inferior a su rival, San Luis. En su análisis del partido, el técnico mencionó que durante los primeros 25 minutos tuvieron oportunidades para marcar, incluso desperdiciaron un penalti que podría haber cambiado el rumbo del encuentro.
El estratega indicó que los goles en momentos críticos—un primer tanto de la oposición por una falta y otro justo al inicio del segundo tiempo—fueron fundamentales en el desenlace del partido. “El resultado es demasiado abultado, con cuatro goles en tan solo seis llegadas”, insistió, dejando entrever su frustración por el desempeño en la segunda mitad. Rodríguez Vílchez fue enfático al afirmar que “cuando los resultados no llegan, tenemos que cambiar”, refiriéndose a la necesidad de ajustar el trabajo del cuerpo técnico.
La preparación del equipo había sido óptima, según el técnico, quien había percibido una semana de trabajo “fantástica” y una fuerte unión entre los jugadores para sacar el resultado deseado. Sin embargo, expresó su impotencia ante la dificultad de defender una derrota tan clara: “Perder 1-4 es complicado”.
Defendiendo su papel en el equipo, Rodríguez Vílchez rechazó cualquier insinuación de cobardía. “No soy cobarde en ningún sentido”, afirmó con firmeza, dejando claro que su compromiso con el proyecto en Santos Laguna permanece inalterable hasta que la directiva decida otro rumbo.
Finalmente, el técnico comentó sobre el próximo enfrentamiento contra Xolos, señalando que considera que su rival cuenta con una ventaja al tener varios días de descanso. Rodríguez Vílchez no escatimó en reconocer que los goles de San Luis fueron fáciles y que su equipo no estaba preparado mentalmente para enfrentar la adversidad del partido. Con una conclusión contundente, remarcó la realidad de que, al anotar cuatro goles, su contrincante se erigió como un justo vencedor.
La situación actual del equipo plantea interrogantes sobre el futuro inmediato y la respuesta que el cuerpo técnico y los jugadores puedan ofrecer en su próximo desafío. Esta jornada dolorosa servirá como un punto de inflexión para la escuadra guerrerense en su búsqueda de mejorar su rendimiento en la liga.
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