Los futuros de la soya estadounidense han alcanzado un nivel máximo en 15 meses, impulsados por la reciente noticia de que China se ha comprometido a comprar grandes cantidades de este cultivo a lo largo de los próximos años. Este acuerdo, anunciado tras una reunión entre el presidente Donald Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, ha generado un entusiasmo palpable entre los agricultores de Estados Unidos, quienes habían sentido el impacto negativo de las políticas comerciales, particularmente la decisión de China de evitar la soya estadounidense en favor de otros productores de América del Sur.
Específicamente, el acuerdo establece que China adquirirá al menos 12 millones de toneladas métricas de soya estadounidense este año, cifra que aumentará a un mínimo de 25 millones de toneladas métricas anualmente entre 2026 y 2028. Este incremento es fundamental, considerando que en años anteriores, Estados Unidos exportó 26.8 millones de toneladas métricas a China en 2024, 26.4 millones en 2023 y 30.2 millones en 2022. A pesar de que las cifras del nuevo acuerdo no superan las exportaciones previas, representan un alivio para un sector que ha estado luchando con precios bajos y altos costos de producción, especialmente en fertilizantes.
Los futuros más activos de la soya incrementaron 12 centavos, alcanzando 11.065 dólares en la Bolsa de Chicago, con un pico previo de 11.145 dólares, una cifra no registrada desde julio de 2024. Este repunte es un indicativo del optimismo que rodea el acuerdo comercial, aunque muchos agricultores, como Sherman Newlin de Illinois, han expresado que si bien el acuerdo es útil, no es suficiente para recuperar las cuotas perdidas en el mercado chino.
La incertidumbre en torno al cumplimiento de estos compromisos por parte de China plantea un desafío significativo para los exportadores estadounidenses. Mientras tanto, la situación en el mercado del maíz y el trigo también muestra fluctuaciones, con el maíz cayendo 2 centavos a 4.32 dólares el bushel y el trigo disminuyendo 7.25 centavos, ubicándose en 5.25 dólares el bushel. La semana ha traído buenos augurios para el sector agrícola, con los precios de exportación de la soya subiendo entre 20 y 30 dólares por tonelada métrica, ante la expectativa generada por la reunión entre los líderes de las dos potencias.
Este panorama, junto con las compras adicionales de soya por parte de otros países del sudeste asiático, que acordaron importar otros 19 millones de toneladas de soya estadounidense, complica la situación, especialmente en un contexto donde los exportadores enfrentan la urgencia de satisfacer la demanda china rápidamente. Sin embargo, el acuerdo, aunque prometedor, debe ser observado con cautela, ya que sus implicaciones a largo plazo aún permanecen en el aire, y el futuro de la soya estadounidense dependerá en gran medida del cumplimiento de los compromisos de compra por parte de China.
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