Goleada sin aplausos para Pumas

En una jornada que prometía ser de celebración, los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se enfrentaron a los Xolos de Tijuana y obtuvieron una contundente victoria por 4-1 en la Jornada 16 del Apertura 2025. Sin embargo, la euforia del marcador se vio opacada por el descontento palpable en las gradas del Estadio Olímpico Universitario, donde la afición, liderada por ‘La Rebel’, expresó su frustración con el mal desempeño del equipo a lo largo de la temporada.

Desde el inicio del encuentro, los abucheos resonaban cada vez que se anunciaba a un jugador en la alineación. Mientras el arquero costarricense Keylor Navas recibía una ovación habitual, otros miembros del equipo, como José Luis Caicedo y Nathan Silva, fueron recibidos con reclamos y gritos de desaprobación. La situación se tornó tensa al momento de entonar el himno universitario, donde los jugadores mostraron indiferencia al no mirar hacia ‘La Rebel’, un acto que agudizó la discordia.

A lo largo del partido, la afición demostró su descontento no solo con palabras, sino también con actos simbólicos. A 10 minutos del final, ‘La Rebel’ dejó de tocar sus tambores y comenzó a organizar una protesta. Al finalizar el encuentro, miembros de la barra mostraron camisetas con la leyenda “respeten nuestra historia”, una clara señal de la necesidad de un cambio.

Efraín Juárez, el director técnico, fue uno de los principales focos de la indignación, recibiendo abucheos e insultos cuando se acercó a la zona donde se encontraba ‘La Rebel’. Pese a la victoria, la relación entre el equipo y la afición se ha deteriorado notablemente, ya que este fue el tercer partido consecutivo en casa en el que los Pumas no pudieron entonar el ‘Goya’, himno que suele resonar en momentos de triunfo.

El clima de tensión quedó palpable no solo en el desempeño de los jugadores, sino en la atmósfera que rodeó el encuentro. La afición, que había acudido con la esperanza de celebrar una victoria, más bien se transformó en un mar de insatisfacción y reclamos, recordando que el fútbol es tanto un espectáculo como un compromiso hacia la historia y los valores del club.

A medida que avanza la temporada, la presión sobre el cuerpo técnico y la plantilla de jugadores parece aumentar. Las protestas y el descontento reflejan una situación que requiere atención y, potencialmente, reformas dentro del equipo. En un entorno donde la victoria es la única opción aceptable, la historia de los Pumas y su afición parece estar en una encrucijada.

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