Los desplazamientos forzados por conflictos armados y factores climáticos son fenómenos cada vez más interconectados que afectan a millones de personas en todo el mundo. A su vez, el endurecimiento de las políticas migratorias y el asedio a regiones como Gaza y Líbano incrementan la complejidad de esta crisis humanitaria. La reciente exposición del World Press Photo 2025, que se lleva a cabo en el Museo Franz Mayer, ilumina estos asuntos a través de 144 trabajos fotográficos seleccionados, incluyendo 42 ganadores, a partir de un impresionante total de casi 60,000 imágenes presentadas por cerca de 4,000 fotoperiodistas de 141 países.
La muestra, que estará abierta del 30 de julio al 12 de octubre, resalta la labor de narrar realidades complejas. Entre los destacados, se encuentra Musuk Nolte, un fotógrafo de origen mexicano que retrata la devastadora sequía que afecta al Amazonas, mostrando un paisaje desolado que solía ser hogar de vibrantes ecosistemas. Esta imagen es un recordatorio de cómo el cambio climático no solo transforma el entorno, sino las vidas de las personas que dependen de él.
En una jornada de presentación previa al evento, Babette Warendorf, directora de Exposiciones de World Press Photo, destacó la interconexión de los temas abordados por los fotoperiodistas. Ejemplos de esta realidad son la migración forzada provocada por el cambio climático y los conflictos militares. Los trabajos premiados ofrecen una visión del mundo a través de la perspectiva de los jóvenes, desde protestas en Kenia hasta retratos de niños vulnerables en Palestina y Ucrania.
Uno de los aspectos más conmovedores de esta edición es la fotografía ganadora del máximo premio, tomada por la fotoperiodista palestina Samar Abu Elouf. Su imagen de Mahmoud Ajjour, un niño palestino de nueve años mutilado en un ataque, simboliza la vulnerabilidad de los infantes en zonas de conflicto. Esta obra no solo destaca la tragedia individual de Mahmoud, quien se adapta a vivir sin brazos, sino que también representa a todos los niños que sufren las consecuencias de la guerra.
La edición de este año pone también de manifiesto el deterioro de la libertad de prensa en muchas partes del mundo, incluyendo México, que se sitúa como uno de los países más peligrosos para los periodistas.
En cuanto a la seguridad en la autenticidad de las imágenes, Warendorf aclaró que se prohíbe el uso de imágenes generadas por inteligencia artificial en el concurso. Al respecto, enfatizó que existen rigurosos protocolos forenses para garantizar la veracidad de las fotografías presentadas, incluyendo la revisión de archivos originales.
Este año, el concurso se reestructuró en seis regiones con jurados específicos, lo que garantiza que se reconozcan las mejores obras de cada área, derivando en un total de 42 ganadores más las imágenes que compiten por el prestigioso título de World Press Photo del Año. Este enfoque no solo resalta la diversidad de voces en el fotoperiodismo contemporáneo, sino que también proporciona una plataforma para visibilizar realidades a menudo marginadas.
Sin duda, el World Press Photo 2025 se erige como un espacio vital para la reflexión y el reconocimiento de los desafíos que enfrentan muchas comunidades alrededor del mundo, al tiempo que destaca el poder de la fotografía como herramienta de cambio y de conciencia social.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.