El reciente movimiento del gobierno mexicano ha generado un intenso debate sobre la estrategia de seguridad nacional. El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, defendió la extradición de 26 líderes criminales hacia diversas ciudades de los Estados Unidos, destacando que estas acciones responden a un interés nacional y representan un acto soberano de México. Durante una conferencia de prensa, Harfuch subrayó que la decisión se tomó con la intención de salvaguardar la seguridad de la sociedad, evitando que estos criminales continúen orquestando delitos graves desde prisión.
El secretario no dudó en afirmar que este proceso de extradición está alineado con la estrategia nacional contra la extorsión, indicando que, a través de estas medidas, se busca proteger a la ciudadanía de las amenazas continuas de secuestros, extorsiones y homicidios. Harfuch también mencionó que algunos de estos criminales habían logrado obtener amparos que les permitieron permanecer en reclusorios de baja seguridad, lo cual podría haber resultado en un desenlace desfavorable en la lucha contra el crimen.
Por su parte, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, catalogó este movimiento como un mensaje contundente hacia la criminalidad que afecta a ambos países. Gertz reafirmó el compromiso del gobierno mexicano de defender a la población y la soberanía, asegurando que no habrá obstáculos legales que impidan cumplir con estas tareas fundamentales.
Este segundo traslado masivo de criminales incluye a miembros de Los Chapitos, vinculados a Iván Archivaldo Guzmán, así como a individuos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Este evento se produce tras una primera entrega en febrero, cuando 29 criminales fueron extraditados.
El contexto de estas extradiciones se complica aún más a raíz de publicaciones que indican una creciente tensión entre México y Estados Unidos. Según el New York Times, el expresidente Donald Trump habría ordenado al Pentágono explorar opciones para una posible intervención militar en México con el fin de combatir a los cárteles de drogas. Sin embargo, Harfuch descartó esta posibilidad, reafirmando el compromiso de México por trabajar dentro de un marco de soberanía nacional.
En un tiempo en que el combate al crimen organizado es un tema candente, estas acciones parecen marcar un punto de inflexión en la política de seguridad del país y en la colaboración internacional frente a la creciente amenaza del narcotráfico. La posibilidad de nuevas extradiciones en las próximas semanas también se menciona como parte de una estrategia en evolución para hacer frente a la delincuencia que afecta tanto a México como a Estados Unidos.
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