El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, ha decidido no participar en una crucial reunión de más de 50 ministros de Defensa de la OTAN que se llevará a cabo en Bruselas. Esta decisión es interpretada como un indicativo del desinterés creciente de Washington en el apoyo a Ucrania frente al conflicto generado por la invasión rusa.
Esta es la primera vez que un titular del Pentágono no asiste a una reunión de esta naturaleza desde la creación de un grupo internacional para coordinar la ayuda militar a Ucrania hace tres años, tras el inicio del conflicto en 2022. La ausencia de Hegseth ha sido confirmada por un portavoz del Departamento de Defensa, quien citó conflictos de agenda como la razón principal. Matthew Whitaker, embajador de Estados Unidos ante la OTAN, asumirá su puesto en la reunión.
La reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania (UDCG) es notable, ya que más de 50 naciones han contribuido con aproximadamente 126.000 millones de dólares en armas y asistencia militar a Ucrania, de los cuales más de 66.500 millones provienen de Estados Unidos. Sin embargo, desde la llegada de Donald Trump a la presidencia en enero de 2025, no ha habido nuevos anuncios significativos de apoyo militar estadounidense hacia Ucrania.
En febrero, Hegseth traspasó el liderazgo de la UDCG, afirmando que Washington reduciría su rol en las reuniones regulares. Durante la próxima cumbre de líderes de la OTAN programada para finales de junio en La Haya, se discutirán planes para incrementar el gasto en defensa de un 2% a un 5% del PIB, un objetivo impulsado por Trump y respaldado por el jefe de la OTAN, Mark Rutte. Actualmente, ninguno de los 32 miembros de la OTAN, incluido Estados Unidos, alcanza esta cifra.
Se plantea que el nuevo objetivo de gasto se divida en un 3,5% en defensa directa y un 1,5% en aspectos relacionados, como la ciberdefensa. Este debate surge en un contexto en el que algunos países buscan incluir en sus gastos aspectos como el desarrollo de infraestructura militar.
La cumbre de la OTAN también se centrará en la invasión en curso de Ucrania, que está atrayendo mucha atención. Se espera que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, participe, dado que su presencia es considerada crucial. Si bien Ucrania ha sido ofrecida la invitación, el nivel de apoyo que recibirá sigue siendo incierto, y hay consenso sobre la necesidad de que esté presente para evitar un impacto negativo en las relaciones públicas de la OTAN.
Recientemente, las conversaciones de paz directas entre Rusia y Ucrania no han logrado avanzar, aún cuando Ucrania ha lanzado operaciones ofensivas significativas contra bases rusas. Funcionarios de la OTAN han expresado su preocupación ante los recientes avances rusos, a pesar de los intentos ucranianos por desestabilizar las capacidades militares rusas.
En resumen, la situación actual presenta un escenario complejo, en el que se combinan las ausencias diplomáticas de figuras clave con la realidad del campo de batalla, donde los avances rusos continúan, mientras Ucrania lucha por mantener su resistencia y recibir el apoyo internacional que necesita.
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