El pasado sábado 4 de octubre de este año, el sacerdote Bertoldo Pantaleón Estrada, párroco de la iglesia de San Cristóbal en la comunidad de Mezcala, municipio de Eduardo Neri, Guerrero, fue reportado como desaparecido. Tras una intensa búsqueda, su cuerpo fue hallado sin vida el lunes 6 de octubre, a la orilla de la carretera México–Acapulco, entre Zumpango y el área conocida como Casa Verde, presentando múltiples impactos de bala.
Ante estos trágicos eventos, la Fiscalía General del Estado de Guerrero inició una carpeta de investigación por homicidio calificado en perjuicio del sacerdote. La Diócesis de Chilpancingo-Chilapa no tardó en confirmar su fallecimiento, expresando su profunda consternación por el suceso.
En una conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, compartió la principal hipótesis sobre el asesinato: se sugiere que el culpable podría haber sido el propio chofer del sacerdote. “Iba a salir a dar una misa, y todo indica que es su propio chofer”, declaró García Harfuch mientras anunciaba que las autoridades están trabajando para localizar al sospechoso.
Importante es señalar que hasta este momento no se tienen registros de amenazas previas en contra del sacerdote, ni hay indicios de una posible vinculación con actividades delictivas. Las autoridades, tanto locales como federales, están colaborando en las investigaciones del caso.
La comunidad eclesiástica de México ha reaccionado ante esta violencia, reclamando justicia y protección para el clero. La Conferencia del Episcopado Mexicano hizo un llamado a las autoridades para llevar a cabo una investigación “pronta, exhaustiva y transparente”. En comunidades cercanas, como Mezcala, los feligreses se unieron en vigilias en honor al sacerdote fallecido. Este trágico acontecimiento ha reabierto el debate sobre la seguridad de los religiosos en las regiones afectadas por la violencia organizada.
Un reciente avance en la investigación se dio con la detención de Miguel Ángel “N” en Chilpancingo, quien está presuntamente vinculado al asesinato del sacerdote. Esta captura se logró con el apoyo de distintas autoridades estatales y federales, aunque aún no se ha hecho público el papel específico del detenido en el caso.
La búsqueda de justicia en este contexto es fundamental, y la comunidad espera que se esclarezca la situación y se garantice la seguridad de aquellos que se dedican a la misión pastoral en zonas vulnerables. La información aquí presentada corresponde a la fecha de publicación original, el 11 de octubre de 2025.
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