La temporada de Semana Santa en Puebla se presenta como un periodo de gran expectativa para el sector hotelero, que prevé alcanzar una ocupación del 80%. Después de un par de años marcados por las restricciones de la pandemia, tanto turistas como operadores muestran un renovado interés por viajar y explorar la riqueza cultural y gastronómica de la región.
El levantamiento de las limitaciones sanitaras ha contribuido a que Puebla recupere su lugar como un destino atractivo para los visitantes. Se espera que entre la Semana Santa y el domingo de resurrección, la ciudad y sus alrededores reciban un flujo significativo de turistas, lo que representa no solo un impulso para la economía local, sino también una oportunidad para que los hoteleros muestren su capacidad de adaptación y servicio.
Entre los principales atractivos que impulsan esta afluencia se encuentran su arquitectura colonial, el famoso mole poblano, así como las festividades religiosas que abarcan desde procesiones hasta conciertos y representaciones teatrales. Además, el clima primaveral es propicio para actividades al aire libre, lo que incrementa el atractivo de la zona durante este período.
Los propietarios de hoteles han intensificado sus esfuerzos de promoción, implementando paquetes atractivos que incluyen descuentos en estancias y ofertas especiales en servicios asociados, como gastronomía y tours. Esta estrategia busca atraer a un público diverso, desde familias que buscan disfrutar unas vacaciones hasta grupos de amigos que desean explorar las tradiciones locales.
Asimismo, diversos actores del sector han manifestado que la Semana Santa no solo supone un desafío logístico, sino también una oportunidad de consolidar un crecimiento sostenible a largo plazo. Por ello, se están tomando medidas para garantizar una experiencia segura y placentera para los visitantes, lo que incluye protocolos sanitarios y atención personalizada.
El impulso al turismo en Puebla coincide con un creciente interés por las opciones de turismo responsable, donde los viajeros buscan no solo disfrutar, sino también contribuir al desarrollo de las comunidades locales. Así, la temporada de Semana Santa se vislumbra como un momento clave para reforzar la identidad cultural de Puebla y establecer lazos que beneficien tanto a residentes como a visitantes.
Con todo lo anterior, Puebla se posiciona como un destino que, además de su legado histórico, ofrece experiencias únicas que no solo enriquecen la visita, sino que también promueven la sostenibilidad y el respeto por las tradiciones. Sin duda, el período de Semana Santa será un termómetro para evaluar la recuperación del turismo en la región, así como para cimentar las bases de un futuro prometedor en el sector.
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