Iker Casillas, el portero de los milagros en el Real Madrid y la selección española de fútbol, cumple este jueves 40 años en un momento crucial en su vida. En 2019 un infarto que ocurrió mientras entrenaba con el Oporto cortó sus alas deportivas para siempre. Al final de la temporada 2020 se despedía del equipo portugués en el que había renacido tras una etapa confusa en el club blanco al que llegó siendo un niño y del que salió por la puerta de atrás, sin una despedida acorde a la carrera deportiva que durante años le convirtió en una de sus figuras imprescindibles y más queridas. Durante el verano de ese mismo año se materializó su regreso a Madrid junto a su familia, un traslado al que pronto se sumaron los rumores de separación de la periodista Sara Carbonero, con quien tiene dos hijos: perseguido por los rumores de separación de la periodista Sara Carbonero, Martín de siete años, y Lucas que cumplirá cinco el próximo 2 de junio. El pasado 13 de marzo, la pareja confirmaba su separación al unísono en sus respectivas cuentas de Instagram, tras 11 años de relación y sin haber cumplido los cinco de matrimonio. Estas son algunas de las imágenes más relevantes que resumen los primeros 40 años de vida de un portero que se ha ganado un lugar en la historia, solo por ser el que levantó la copa del primer, y hasta ahora único, título mundial conseguido por el fútbol español.
Los comienzos. Jorge Valdano dijo de Iker Casillas: “Apareció siendo un niño, se convirtió en ídolo a base de milagros voladores y se despidió como mito después de capitanear a la generación más ganadora de la historia del fútbol español”. Nació el 20 de mayo de 1981 en Móstoles, una localidad del extrarradio situada a unos 20 kilómetros de Madrid. Jugaba al fútbol en el patio del colegio como tantos otros niños sin más aspiraciones que divertirse tocando el balón. Fue su padre, profesor de profesión, quién decidió llevarle un día al Santiago Bernabéu para hacer unas pruebas y algo debió de ver en él su otro padre, el futbolístico, Antonio Mezquita, para decidir probar suerte con ese niño de nueve años que terminó pasando por todas las categorías del Real Madrid: alevines, infantiles y juveniles. Se estrenó como titular del primer equipo, aunque en el banquillo, cuando solo tenía 16 años, durante un partido de Champions League en el que el Real Madrid se enfrentaba a Noruega. No saltó al terreno de juego en esa ocasión, pero su oportunidad estaba a la vuelta de la esquina y solo un año después, en 1999, debutó frente al Athletic de Bilbao en San Mamés. En 2000 ganó su primer campeonato de liga.

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