Los precios del petróleo han mostrado un repunte este miércoles, superando las pérdidas acumuladas anteriormente. Este giro positivo se ha producido tras las declaraciones de Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos, quien indicó que las sanciones contra Rusia podrían intensificarse si la reunión programada para este viernes entre el presidente Donald Trump y el líder ruso Vladimir Putin no resulta satisfactoria.
A las 6:43 a.m. hora de la Ciudad de México, los futuros del crudo Brent se incrementaron en 6 centavos, alcanzando los 66.18 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate subió 2 centavos, situándose en 63.19 dólares. Este movimiento de precios se dio después de que un descenso inicial se produjera tras el anuncio de que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) había elevado su pronóstico de crecimiento para la oferta petrolera de este año, pero rebajó sus proyecciones para la demanda, citando un bajo interés por combustible en las principales economías.
Aun así, los precios de ambos contratos permanecieron contenidos mientras se espera la reunión crítica en Alaska, donde Trump y Putin discutirán el conflicto en Ucrania, un evento que ha sacudido el mercado petrolero desde febrero de 2022. En este clima de incertidumbre, la OPEP+ también compartió su informe mensual, donde ajustó al alza su previsión de demanda mundial de petróleo para el próximo año y redujo las expectativas de crecimiento en la producción de Estados Unidos y otros países productores ajenos al bloque, lo que sugiere un mercado que podría volverse más ajustado.
Según Gaurav Sharma, un analista energético independiente, si se consideran las previsiones de crecimiento de la AIE y de la OPEP para 2025 en sus extremos más optimistas y pesimistas, incluso un estimado intermedio de 1 millón de barriles por día podría verse fácilmente compensado por el crecimiento de la oferta de países que no pertenecen a la OPEP. Esta perspectiva sostiene una visión cautelosa sobre la subida de precios del crudo en el corto plazo.
Por otro lado, el panorama de Estados Unidos, el mayor consumidor de petróleo a nivel mundial, también refleja una realidad más compleja. Los inventarios de crudo en el país aumentaron en 1.52 millones de barriles en la semana pasada, según cifras del Instituto Americano del Petróleo. Este aumento en las existencias puede ser indicativo de una desaceleración de la demanda o un exceso de oferta en el mercado.
Con la atención centrada en la inminente reunión entre Trump y Putin, así como en los ajustes realizados por los organismos internacionales respecto a la oferta y la demanda, los próximos días serán cruciales para definir la dirección de los precios del petróleo. La comunidad global sigue observando atentamente cómo estos factores se entrelazan en el complejo entramado del mercado energético.
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