En abril de 2025, el panorama económico de México se presenta con señales de desaceleración, conforme al Sistema de Indicadores Cíclicos (SIC) elaborado por el Inegi. Los datos indican que, aunque no se confirma una recesión, la economía del país ha evidenciado una tendencia a la baja que preocupa a analistas y ciudadanos.
El SIC, herramienta clave para el seguimiento del comportamiento económico, se fundamenta en dos indicadores compuestos: el Coincidente y el Adelantado. El primero, que mide el estado general de la economía y sus puntos de inflexión, registró durante abril una puntuación de 99.6, lo que lo sitúa por debajo de su tendencia de largo plazo. Esta cifra representa una disminución de 0.05 puntos respecto al mes anterior y marca el séptimo mes consecutivo en el que se encuentra en esta situación.
A pesar de no observar caídas consecutivas en el indicador, la dirección negativa se mantiene clara. Gabriela Siller, directora de análisis de un grupo financiero relevante, explica que estos resultados son coherentes con los datos más recientes disponibles sobre la economía mexicana. Ello sugiere que, aunque no se está en una recesión formal, se refleja una desaceleración que podría perdurar.
Por su parte, el Indicador Adelantado, que se utiliza para anticipar los giros del Coincidente, se localizó en mayo en 99.8 puntos. Al igual que su contraparte, también se encuentra bajo su tendencia de largo plazo, reportando una variación de 0.09 puntos respecto a abril. Este descenso se alinea con la expectativa de que la desaceleración económica continuará en el curso del año.
Los ciudadanos y los analistas deben estar atentos a estos indicadores, ya que proporcionan información esencial para entender el rumbo de la economía nacional. Con una disminución constante en ambos indicadores, el futuro económico de México se presenta incierto, reafirmando la necesidad de seguir de cerca estas métricas.
La situación actual, tal como se presenta, ofrece una oportunidad crucial para que el gobierno y el sector privado ponderen estrategias que puedan impulsar la economía hacia un camino de recuperación y crecimiento. Con el contexto vigente, queda claro que los próximos meses serán determinantes para el desarrollo económico del país.
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