El reciente consejo nacional de Morena ha dejado huella no solo en su dinámica interna, sino que también ha comenzado a trazar estrategias ante la mirada del futuro, específicamente de cara a las elecciones de medio término de 2027. En este encuentro se analizó el preocupante panorama electoral en Guerrero y Tamaulipas, agentes clave que pueden influir en el resultado electoral debido a su delicada situación de seguridad.
Las crisis de seguridad en estos estados destacan por sus alarmantes cifras. La percepción de inseguridad en Reynosa ha escalado del 74,1% al 81%, superando considerablemente el promedio nacional, que se sitúa en el 63,2%. En Guerrero, la situación no es distinta, con una percepción que se disparó del 49,2% al 74,5% en Ixtapa-Zihuatanejo. Este contexto es motivo de preocupación para la dirigencia de Morena, que enfrenta un panorama desafiante mientras navega por disputas internas y la presión social ante la violencia creciente.
Adicionalmente, los vientos internacionales soplan en contra del partido guinda. La reciente detención del alcalde morenista de Matamoros, Alberto Granados, en la frontera, ha desatado una crisis notable para el gobernador América Villareal. Las investigaciones en torno a supuestos vínculos con el crimen organizado complican aún más la situación política en Tamaulipas.
Guerrero tampoco se queda atrás en este escenario de inseguridad. Las autoridades han tenido que desplegar operativos significativos en ciudades como Chilpancingo y Acapulco para contrarrestar la violencia. Un episodio trágico que resuena es el asesinato del alcalde local, Alejandro Arcos, quien fue decapitado poco después de asumir el cargo, un hecho que marca de forma trágica el nivel de riesgo que enfrentan los funcionarios públicos en esa región.
El panorama electoral para el 2027 en estos dos estados es complicado. En Tamaulipas, se menciona a la senadora Olga Patricia Sosa Ruíz como una de las competidoras más fuertes, pero su vinculación a la problemática del huachicol podría generar interrogantes sobre su candidatura. En Guerrero, el senador Félix Salgado, quien no podrá competir por ser el padre de la actual gobernadora, plantea su propia incertidumbre sobre su futuro político y sobre las decisiones que podría tomar, generando preocupación en las filas de Morena.
A medida que se anticipan las elecciones de 2027, la narrativa nacional para el partido es positiva, pues se señala la posibilidad de mantener la mayoría en los estados actualmente gobernados por la 4T y de hacerse con algunos territorios en manos de la oposición. Sin embargo, Guerrero y Tamaulipas aparecen como focos rojos en el horizonte, presentando desafíos que podrían poner en peligro los planes del oficialismo y, por ende, su capacidad de respuesta en el actual contexto social y político.
Con dos años por delante, las tensiones y desafíos en estos estados son un recordatorio claro de que la política en México está influenciada no solo por decisiones internas, sino también por la seguridad y la percepción de los votantes, factores que jugarán un papel crucial en la decisión de los ciudadanos en los próximos comicios.
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