La Organización Internacional de Policía Criminal, conocida como Interpol, ha emitido recientemente una notificación roja que busca la detención y extradición a Colombia de Elder José Arteaga, alias “El Costeño”. Este sujeto está acusado de haber jugado un papel central en el atentado que sufrió el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe, quien fue blanco de un ataque mientras participaba en un evento de campaña en Bogotá hace aproximadamente un mes.
De acuerdo con las investigaciones, Arteaga sería el responsable de haber inducido y utilizado a un joven de tan solo 15 años, quien disparó contra Uribe durante el acto proselitista. La gravedad del atentado ha llevado al director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, a confirmar que la notificación roja fue aprobada por la Secretaría General de Interpol. Las acusaciones en contra de Arteaga incluyen homicidio agravado en grado de tentativa, así como la fabricación, tráfico y porte de armas de fuego. Además, se le señala por el uso de menores en la comisión de delitos.
El senador Uribe, de 39 años y perteneciente al partido Centro Democrático, se encuentra en estado crítico tras recibir dos disparos en la cabeza y uno más en la pierna izquierda. Actualmente, su pronóstico neurológico es reservado, y ha sido sometido a varias cirugías en un hospital donde recibe atención médica continua.
Las autoridades han capturado al menor que disparó contra el político horas después del ataque, y también han detenido a otras tres personas involucradas en la logística y organización del atentado. Aumentando la preocupación de las autoridades, se sospecha que Arteaga podría haber escapado a un país vecino, lo que complica aún más el proceso de su captura.
Esta situación refleja no solo la vulnerabilidad de los políticos en Colombia, sino también la complejidad del crimen organizado en el país, que continúa generando inquietudes sobre la seguridad pública y el futuro de la democracia en la región. La búsqueda de justicia en este caso es a la vez urgente e imperativa, mientras se insiste en la protección de la integridad de los candidatos y su seguridad en el marco de su labor política.
Aunque la información presentada corresponde a la fecha de publicación original (2025-07-04), la evolución de este tipo de situaciones en Colombia sigue siendo objeto de seguimiento constante en la actualidad, y destaca la necesidad de evaluar las medidas de seguridad y protección de figuras políticas en el contexto actual.
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