Un juez federal que ostenta su cargo en Rosario, Gastón Salmain, está nuevamente bajo el escrutinio público, tras revelaciones inquietantes sobre su pasado. Designado en febrero de 2023, su trayectoria no ha estado exenta de controversias. De hecho, hace dos décadas fue destituido del Poder Judicial por tentar a una secretaria con un soborno, intentando manipular la dirección de expedientes en un tribunal contencioso administrativo donde él mismo trabajaba.
Salmain fue siempre un personaje conocido en círculos judiciales, relacionado con figuras de peso, como el ex presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti. Este contacto le abrió puertas, permitiendo que continuara su carrera judicial a pesar de su pasado. La Cámara Federal de Rosario, que tiene jurisdicción electoral en Santa Fe, lo confirmó en su cargo de juez federal civil y comercial.
Las denuncias en su contra no son una anécdota menor. A lo largo de su carrera, Salmain ha sido acusado de presentar un currículum engañoso, omitiendo su despido y las implicaciones que ello conllevaba para su elegibilidad como juez. Las normativas del Consejo de la Magistratura son claras: aquellos con antecedentes de mal desempeño no pueden postularse a ciertos cargos. Sin embargo, Salmain desafió ese principio, presentándose a un concurso para juez en varias ocasiones, logrando incluso ser nombrado.
En 2019, bajo el mandato del presidente Mauricio Macri, su pliego fue elevado, pero fue retirado con el cambio de gobierno. Su reinvención formal llegó con la presidencia de Alberto Fernández. En septiembre de 2022, tuvo luz verde en la Comisión de Acuerdos del Senado, donde recibió el apoyo de una variedad de figuras políticas. Finalmente, en 2023, fue confirmado con el respaldo casi unánime del Senado.
A pesar de su situación privilegiada, sus decisiones han continuado generando polémica. Recientemente, se le ha denegado tomar competencia en causas que involucran corrupción y a personas con las que tenía lazos amistosos, lo que ha levantado serias suspicacias sobre su imparcialidad. Además, Salmain ha solicitado un auto blindado y una custodia de seguridad, alegando sentirse amenazado.
A lo largo de su carrera, ha enfrentado situaciones que han puesto en duda su legitimidad como juez. Ha emitido sentencias que han sido apeladas y criticadas. Por ejemplo, autorizó la continuación de obras en un barrio privado, desafiando un decreto que había paralizado dichos trabajos. También, su fallo referente a un amparo contra el cepo cambiario fue anulado por la Cámara de Rosario.
El caso de Salmain es un reflejo de las complejidades y los desafíos que enfrenta el sistema judicial en el país, donde la falta de transparencia y la imparcialidad son temas en debate constante. La validez de sus sentencias podría ser cuestionada si se determina que su designación fue irregular, lo que podría abrir la puerta a una revisión de sus decisiones judiciales, especialmente en casos de gran envergadura económica.
Este enredo legal y ético plantea interrogantes sobre la capacidad del sistema judicial para asegurar su integridad y confianza pública. Es un caso que continuará captando la atención mientras se revelan más detalles y se desarrollan los procesos legales asociados.
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