La inauguración reciente de una sucursal de Tim Hortons al sur de Ciudad de México no solo marca la expansión de esta cadena canadiense, sino que también destaca la importancia del arte en el espacio público. Este nuevo local se halla en un predio que alguna vez albergó a los Laboratorios CIBA, que operaron desde la década de 1950 hasta 2021 bajo el nombre de Laboratorios Novartis. En este lugar, se pueden apreciar dos impresionantes murales del reconocido artista José Chávez Morado, un destacado exponente de la corriente muralista mexicana.
Los murales, que miden aproximadamente 18 metros de largo por 6 de alto, se convierten en el punto de enfoque tanto al entrar como al salir del establecimiento. La obra, visible desde el exterior, presenta a una deidad que fusiona elementos humanos y de la muerte, sosteniendo una antorcha brillante en una mano y un hueso en la otra. La figura central está rodeada de hombres en taparrabo, que parecen implorar y reclamar, un reflejo de prácticas ancestrales y un diálogo continuo con el pasado prehispánico.
El mural interior, titulado Historia de la medicina prehispánica y diseñado en fresco y mosaico de vidrio, busca conectar con la temática de salud y enfermedad. El impresionante diseño incluye texturas que simulan plantas y pieles, creando una atmósfera casi etérea que trasciende lo meramente estético. Este trabajo combina magistralmente técnicas artísticas para mantener una cohesión visual con el mural exterior, enriqueciendo la experiencia del espectador.
La cercanía del café a la estación del metro General Anaya también lo convierte en un lugar de paso para oficinistas, estudiantes y repartidores. Estos visitantes no pueden evitar admirar el mural; comentarios como el de un hombre mayor, que lo calificó como “uno de los más bonitos”, reflejan la conexión emocional que el arte es capaz de generar.
La importancia de Chávez Morado, quien encargó la realización de los murales en 1965 a través del arquitecto Alejandro Prieto, no puede ser subestimada. Su legado incluye obras que van desde El retorno de Quetzalcóatl en Ciudad Universitaria hasta murales en lugares emblemáticos como la Alhóndiga de Granaditas y el Museo Nacional de Antropología. Su trabajo no solo documenta la historia, sino que también aporta un mensaje social profundo y rico en significado.
Con este nuevo local de Tim Hortons, no solo se presenta un espacio para disfrutar de café, sino también un campo de reflexión sobre la cultura y la historia de México a través del arte mural. En un mundo donde a menudo la modernidad parece relegar la tradición a un segundo plano, el encuentro entre lo contemporáneo y lo ancestral se erige como un recordatorio de la importancia de nuestras raíces y de cómo el arte sigue influyendo en nuestra vida cotidiana.
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