El dolor y la incertidumbre persisten en el corazón de muchos mexicanos, destacando la emotiva y angustiante experiencia de Delfina de la Cruz. Después de once largos años sin noticias de su hijo, uno de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, su frustración se vuelve palpable. Estos jóvenes, desaparecidos el 26 de septiembre de 2014, en Guerrero, mientras se dirigían a una movilización en la Ciudad de México, todavía son recordados con esperanza por sus familias y aliados.
Durante una conmemorativa marcha en la capital, Delfina expresó el profundo anhelo de retornar a un momento antes de esa trágica jornada. “Estamos como al principio”, compartió, reflejando el estado de desazón que envuelve a las familias que buscan justicia y verdad. A pesar de los arrestos de decenas de implicados y de que solo se han hallado restos de tres estudiantes, la impunidad persiste en este caso emblemático.
Las circunstancias que rodean la desaparición de estos jóvenes son desgarradoras. Se señala que, tras ser detenidos por policías locales, fueron entregados a narcotraficantes, una colaboración que pone de relieve la complicidad entre las fuerzas de seguridad y el crimen organizado. La situación ha movilizado no solo a sus familiares, sino también a la sociedad civil, en protestas que claman por una resolución justa. Recientemente, un grupo de manifestantes demostró su frustración al derribar la puerta de una unidad militar en la capital, en un acto de desesperación por la falta de respuestas.
La marcha se vio marcada por expresiones de desesperanza y decepción hacia las autoridades actuales, como el expresidente López Obrador y su sucesora Claudia Sheinbaum, quienes fueron cuestionados por no haber logrado esclarecer el caso. Aunque el actual gobierno inició nuevas investigaciones para refutar afirmaciones del régimen anterior sobre el destino de los jóvenes, la verdad sigue siendo un camino incierto.
México, en la actualidad, enfrenta una crisis de desapariciones con más de 120,000 casos desde 2006, cuando se declaró la guerra al narcotráfico con intervención militar. Esta realidad sombría toca la vida de miles de familias, que como Delfina, siguen en busca de respuestas y justicia. Sus historias de resiliencia y lucha colectiva resuenan cada año, recordando al país que el dolor de la impunidad no debe quedar en el olvido.
La fecha de este relato, 2025-09-26, se inscribe en el calendario como una triste conmemoración y un llamado a la acción para todos aquellos que creen en la justicia y la verdad.
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