La fiscal, el abrazo a Adán y el guiño naranja.

En un evento decisivo dentro del ámbito político mexicano, Ernestina Godoy Ramos fue designada como la nueva fiscal general de la República. Este nombramiento se llevó a cabo el 4 de diciembre de 2025, durante una sesión plenaria de la Cámara de Senadores, donde se aprobó su elección con una mayoría calificada de 97 votos a favor de los 127 senadores presentes, mientras que 19 votaron en contra y 11 boletas fueron nulas.

La llegada de Godoy Ramos al cargo es un capítulo más en la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien delegó a Adán Augusto López Hernández la tarea de facilitar la transición tras la salida del exfiscal Alejandro Gertz Manero. Este movimiento se produce en un contexto de agitación política, marcado por la reciente detención de Hernán Bermúdez, exsecretario de Seguridad, quien enfrenta acusaciones de delincuencia organizada por parte de la Fiscalía.

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El acto de nombramiento estuvo rodeado de simbolismo, incluyendo un emotivo abrazo entre Godoy Ramos y López Hernández, enfatizando la camaradería dentro del partido Morena. Durante la sesión, la presidenta de la Mesa Directiva, Laura Itzel Castillo Juárez, hizo la declaratoria oficial, a lo que Godoy Ramos respondió con un firme “¡Sí, protesto!”, tras lo cual fue recibida con ovaciones de sus colegas en el Senado, que celebraron su elección con gritos como “Es tiempo de mujeres”.

Godoy Ramos no solo prometió lealtad al cargo, sino que también se comprometió a no generar persecuciones políticas ni fabricaciones de culpables, a la vez que garantizó que no habrá impunidad. Durante su comparecencia, se dirigió a la propuesta del partido Movimiento Ciudadano, afirmando su apoyo a un decálogo de acciones que busca abordar problemas críticos en el ámbito de la justicia.

La nueva fiscal fue seleccionada de una terna que incluyó a Luz María Zarza Delgado y Maribel Bojorges Beltrán, en un proceso que subraya la importancia estratégica de su posición no solo para Morena, sino para toda la política mexicana en un momento donde las tensiones son palpables.

Godoy Ramos, al finalizar su nombramiento, mostró una actitud reservada ante la prensa, eligiendo no realizar declaraciones antes de abandonar el recinto, un gesto que puede interpretarse como una mezcla de respeto y precaución.

La designación de una figura como Godoy Ramos al frente de la Fiscalía General representa una apuesta del gobierno por reformar y revitalizar una institución crucial en la lucha contra la impunidad y el crimen organizado en México. La atención ahora se centra en cómo implementará su agenda y las acciones que tomarán en este nuevo capítulo para la fiscalía.

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