En un panorama educativo en transformación, el programa La Escuela es Nuestra ha dado pasos significativos hacia la mejora de las infraestructuras escolares en México. Según reportes de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en 2025 se rehabilitaron 74,250 planteles, beneficiando a 8.1 millones de estudiantes con una inversión que alcanzó los 25,000 millones de pesos. Este esfuerzo se ha consolidado como un referente del actual gobierno, con planes aún más ambiciosos para el futuro: en 2026 se destinarán 26,000 millones de pesos adicionales para alcanzar 75,000 escuelas más, priorizando las localidades marginadas, las comunidades indígenas y aquellas con mayor rezago educativo.
Por otro lado, el ámbito tecnológico también está viendo avances importantes. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha decidido adoptar un enfoque proactivo en el uso de la Inteligencia Artificial (IA), estableciendo regulaciones antes de que la tecnología avance descontroladamente. Su Consejo Técnico ha aprobado la creación de una Comisión Interna de Gobernanza y Ética de IA, con el objetivo de proteger datos sensibles y asegurar un uso ético de estas herramientas. Esta comisión, que será liderada por la Dirección de Innovación, supervisará cada etapa del desarrollo y aplicación de la IA, asegurándose de que esté alineada con la estrategia federal de soberanía tecnológica. En este sentido, la Inteligencia Artificial, que antes era una promesa, se está convirtiendo en una realidad.
Estos esfuerzos en educación y tecnología reflejan un compromiso por elevar los estándares de vida y aprendizaje en México. Con una clara dirección hacia la inclusión y el avance tecnológico, ambos sectores buscan no solo adaptarse a las demandas del presente, sino también preparar a las futuras generaciones para los desafíos del mañana. La cautela y la planificación estratégica son esenciales, pues la evolución de ambos campos no solo impactará el entorno inmediato, sino que forjará las bases de una sociedad más justa y tecnológicamente avanzada.
Es así como México camina hacia un futuro donde la educación y la innovación tecnológica caminan de la mano, un viaje que, aunque desafiante, se avista como una fuente de oportunidades para todos.
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