Lamentablemente, recientemente se ha informado sobre el fallecimiento de una reconocida fotógrafa. Su trabajo ha dejado una huella significativa en el ámbito de la fotografía, particularmente en la escena de la “gauche divine”. Esta fotógrafa, conocida por su seudónimo “Colita”, capturó la esencia de la contracultura y la bohemia en Barcelona durante la década de 1960 y 1970.
Sus fotografías, que destacaban figuras emblemáticas como Salvador Dalí, Joan Miró y Antoni Tàpies, no solo documentaron la vida cultural de la época, sino que también transmitieron un sentido de intimidad y complicidad con sus sujetos. Sus imágenes revelaban no solo la estética de la “gauche divine”, sino también el espíritu creativo y la atmósfera única que caracterizaba a ese círculo social y artístico.
A lo largo de su carrera, “Colita” no solo se limitó a documentar la escena artística y cultural, sino que también se dedicó a explorar temas sociales y políticos, compartiendo su visión a través de su lente. Su trabajo trascendió fronteras y se ha exhibido en importantes galerías y museos, consolidando su legado como una de las fotógrafas más influyentes de su generación.
Su partida deja un vacío en el mundo de la fotografía y en la historia cultural de Barcelona, pero su obra perdurará como un testimonio invaluable de una época y un movimiento que marcaron un antes y un después en la escena artística y social de la ciudad. Su legado perdurará a través de sus imágenes, que seguirán inspirando y cautivando a las generaciones venideras.
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