#LigaMX | Hace poco más de un año, hubo una tragedia en el estadio Corregidora de Querétaro que impactó al mundo. Sin embargo, desde entonces, el fútbol mexicano sigue experimentando actos de violencia sin que las autoridades hayan encontrado una solución efectiva.
Recientemente, se han visto imágenes de jugadores, entrenadores y aficionados protagonizando acciones violentas, incluyendo insultos, peleas y agresiones físicas. Estos hechos no son aislados ni remotos, y se han vuelto virales en las redes sociales, generando críticas hacia los dirigentes de la Liga MX, la Federación Mexicana de Fútbol y los clubes.
A pesar de que se han tomado medidas concretas, no se ha visto ninguna reflexión plural que involucre a los diferentes actores del futbol. Expertos en futbol como Fernando Segura Trejo, han señalado que es necesario una reflexión de fondo para resolver esta problemática.
¿Qué tanto peso pueden tener estas actitudes hacia niños, jóvenes y el resto de la sociedad mexicana?
“Sí hay mucha influencia porque generalmente vemos cómo las porras se agreden entre ellas debido a estas faltas de respeto. El respeto hay que entenderlo como hacer sentir bien al otro y creo que de ninguna manera deberíamos ofender a nadie. No hay respeto y la consecuencia es que dentro de los mismos aficionados siempre haya insultos, se normaliza que haya agresiones”, explica a este diario el psicólogo clínico José Artemio Hernández Martínez, egresado de la Universidad de Londres y que trabajó durante más de 20 años en el Instituto Nacional de Psiquiatría.
La Liga MX y la FMF han respondido a este tipo de actos con sanciones como suspensiones y multas económicas, advirtiendo a los personajes en cuestión que si reinciden los castigos “serán más severos”. También han lanzado campañas para propagar la paz y la inclusión, intentando erradicar problemáticas como los gritos homofóbicos y las trifulcas en las tribunas, pero estas siguen permeando en las diferentes plazas del futbol mexicano.
“(No funcionan porque) son campañas hechas desde arriba, desde las agencias de publicidad, desde las discusiones de los directivos y sus asesores (…) Lo que veo desde el tema de Querétaro para acá es que no ha habido ningún trabajo preventivo de fondo, incluso de reflexión, parece que la Liga MX imagina que respondiendo con medidas impuestas va a cambiar los ambientes, nunca se genera un ambiente de negociación y diálogo, los aficionados nunca tienen un papel para expresar su voz y eso también es un mal trato al aficionado”, expone Fernando Segura Trejo.
Otro factor de peso en este clima de agresividad deriva de los propios actores individuales, como los jugadores y los entrenadores, quienes recaen en un problema de ego y no pueden canalizar sus emociones ante momentos de adversidad frente a los árbitros y las tribunas. Es un primer eslabón en la cadena que culmina, en algunos casos, con la violencia entre aficionados.
Por su parte, el sociólogo también recalca que los medios de comunicación tienen responsabilidad en el entorno de agresividad que permea el futbol mexicano: “En los medios este tipo de expresiones generan mucha réplica, así que ellos mismos reaccionan dándole mayor visibilidad, amplificando una expresión o condenándola. En los medios tampoco hay una reflexión más allá de echar culpas y dictar sentencias, eso hacen permanentemente sobre el comportamiento de los demás actores, pero pocas veces vemos una autocrítica o un comportamiento medido, al contrario, lo que vemos en los medios muchas veces son discusiones que rayan en el insulto, que descalifican, entonces también coloco eso como un elemento más del ecosistema”.
A poco más de un año de la tragedia de Querétaro que conmocionó al mundo, los actores de la Liga MX siguen atrapados en un ambiente de violencia que permea a las tribunas, los televisores y todas las pantallas donde se consume el futbol mexicano, y mientras no haya soluciones tajantes los cuestionamientos hacia los directivos seguirán girando en torno a un tema: ¿se aprendió algo de aquel terrible acontecimiento?