Legisladores aprueban aumento de aranceles a Asia

La Cámara de Diputados de México aprobó recientemente un significativo incremento de aranceles de hasta el 50% para miles de productos importados de China y otros países asiáticos. Esta decisión se enmarca en el objetivo de fortalecer la producción nacional y abordar desequilibrios comerciales, y ha generado una fuerte resistencia de parte de grupos empresariales locales y de gobiernos asociados.

La propuesta, que aún necesita ser ratificada por el Senado de la República, sugiere la aplicación de nuevos aranceles, la mayoría en el rango del 35%, sobre las importaciones de diversos productos, incluidos automóviles, autopartes, textiles, ropa, plásticos y acero provenientes de naciones como India, Corea del Sur, Tailandia e Indonesia, que no tienen un tratado comercial con México. La Secretaría de Economía presentó esta iniciativa en septiembre, aunque tuvo dificultades para conseguir amplio respaldo en la Cámara Baja, a pesar de que el partido gobernante, Morena, y sus aliados poseen una sólida mayoría.

El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum justifica esta medida como una forma de fortalecer la producción nacional y corregir los desequilibrios en la balanza comercial con China. Sin embargo, analistas y actores del sector privado sugieren que los propósitos más relevantes son calmar a Washington ante la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) y asegurar ingresos adicionales al gobierno por 3,760 millones de dólares el año próximo, mientras se busca reducir el déficit fiscal.

La propuesta recientemente aprobada es más flexible que el proyecto original, que se estancó este otoño debido a la fuerte oposición de China y de sectores empresariales. Aproximadamente 1,400 fracciones arancelarias se verían afectadas, siendo el sector textil, el de autopartes y el siderúrgico los más impactados. En particular, el sector automotriz, uno de los más prominentes a nivel mundial en México, ha advertido que estos nuevos aranceles podrían interrumpir el acceso a componentes electrónicos críticos, como pantallas táctiles, que no se producen a nivel local.

Ricardo Monreal, líder de Morena en la Cámara Baja, defendió el nuevo esquema arancelario afirmando que busca equilibrar las condiciones de la industria nacional, garantizando que las importaciones se efectúen bajo parámetros homologados a estándares internacionales. Aseguró que esto no debe interpretarse como un cambio hacia el proteccionismo, sino como una intervención regulatoria necesaria para corregir distorsiones y fortalecer la competitividad de la economía mexicana en un entorno global cada vez más complejo.

La inminente revisión del TMEC se suma al marco de la nueva propuesta arancelaria. Este año, México ya había incrementado aranceles a productos chinos, un movimiento catalogado por analistas como un intento de apaciguar la preocupación de Estados Unidos, aunque las autoridades estadounidenses siguen expresando inquietudes. Jamieson Greer, representante comercial de EE. UU., advirtió recientemente que Canadá y México no deben convertirse en centros de exportación para productos de países como China o Vietnam.

Los expertos señalan que estos aranceles podrían obstaculizar cadenas de suministro críticas, especialmente en sectores como la electrónica y la automotriz, que dependen de partes chinas. Adicionalmente, la medida afectaría a India, un socio comercial en crecimiento que suministra medicamentos, productos textiles y autopartes, al tiempo que México le exporta petróleo y productos agrícolas.

Con esta aprobación, el rumbo económico de México podría hacerse más incierto mientras el país navega por tensiones comerciales y busca una mayor autosuficiencia, todo en un contexto donde la economía muestra signos de estancamiento.

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