Existe la teoría de que los perros salchicha también salían a la arena del Coliseo romano y participaban en los espectáculos, esto aun no se tiene por cierto, pero lo que ahora sí sabemos a ciencia cierta es que ahí estuvieron. Con sus patitas y su avance lento, al lado de majestuosos leones o leopardos. “Hemos encontrado restos de canes de tamaño reducido, con extremidades muy cortas. Puede que fueran obligados a pelear entre ellos o con los predadores más grandes. O simplemente que pasearan juntos, para desatar la hilaridad general. Un bassotto [como se llama a esa raza en italiano] al lado de un oso o un avestruz produce cierta gracia todavía hoy”, reflexiona Federica Rinaldi, directora científica de las recientes excavaciones en las alcantarillas del anfiteatro más conocido del mundo. Ahí han detectado residuos que también permiten entender más sobre la dieta o los pasatiempos de los romanos durante los espectáculos. Y, en general, sobre el propio sistema hidráulico y su funcionamiento.
Estos animales podrían ser los ancestros de los actuales ‘dachshund’, una raza que evolucionó y adquirió su aspecto actual en el siglo XVIII. “Tenían menos de 30 cm de altura. Creemos que podían haber sido utilizados para realizar trucos acrobáticos como los que se ven en un circo hoy en día. O puede ser que se utilizaran como parte de cacerías escenificadas o incluso que se lanzaran contra osos y animales de ese tipo. No lo sabemos con seguridad”, detalló.
Del mismo modo, agregó, también han sido encontrados huesos de perros grandes, así como de leopardos, leones, osos y avestruces, entre otros animales. Además, han sido recuperadas más de 50 monedas de bronce de la época romana tardía, y una moneda conmemorativa de los 10 años de Marco Aurelio como emperador, acuñada en plata alrededor del año 170.
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