El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha hecho un llamado contundente para la creación de “brigadas indígenas” en toda América Latina, con el propósito de movilizarse rápidamente en defensa de Venezuela ante las amenazadoras tensiones crecientes con Estados Unidos. Este pronunciamiento se realizó durante un acto conmemorativo del “Día de la Resistencia Indígena”, donde enfatizó la supuesta intención de Estados Unidos de invadir el país.
Durante la ceremonia, Maduro reiteró su compromiso con la defensa de la soberanía venezolana, afirmando que la orden es “ganar la paz y ejercer la soberanía permanente” en el territorio. Declaró que ha recibido cartas de varios pueblos indígenas de la región, dispuestos a “guerrear” para proteger Venezuela de lo que él denomina “el imperio norteamericano”. Este acto ocurrió en el Panteón Nacional, donde reposan los restos de figuras históricas como Simón Bolívar y líderes indígenas.
Las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos se han intensificado recientemente, con el despliegue de barcos de la Armada estadounidense en el mar Caribe, en un intento de combatir el narcotráfico vinculado a Venezuela. Desde esa escalada, Estados Unidos ha llevado a cabo ataques a embarcaciones que, según afirman, estaban involucradas en el narcotráfico.
En medio de esta situación, Maduro ha ordenado una movilización masiva de la población, manifestando que los milicianos indígenas están listos para “guerrear” en defensa del país. Con un penacho de plumas y ante delegaciones de comunidades originarias, subrayó que Venezuela es “un pueblo indestructible” que aspira a una paz sostenida en la libertad y la soberanía.
Según cifras oficiales, alrededor del 2.7% de la población venezolana es indígena, habitando predominantemente en áreas desasistidas. En un contexto de creciente movilización, Maduro ya había iniciado la preparación de sus ciudadanos en respuesta a una potencial acción militar estadounidense; sin embargo, el presidente Trump ha ridiculizado esta iniciativa.
En reciente comunicación, Maduro no se pronunció sobre la elección de María Corina Machado como laureada con el premio Nobel de la Paz, pero apuntó que una “minoría ínfima llena de odio” aboga por una invasión a Venezuela. Mientras el Gobierno de Estados Unidos no ha anunciado planes inmediatos para una incursión terrestre, han confirmado que mantienen más de 4,000 efectivos en el Caribe.
A su vez, la Casa Blanca ha acusado a Maduro de liderar el cártel de los Soles, sugiriendo que su gobierno busca inundar el país con drogas. La administración estadounidense ha duplicado la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro, elevándola de 25 a 50 millones de dólares.
Esta situación, con su compleja dinámica geopolítica, está arraigada en preocupaciones históricas y contemporáneas en torno a la soberanía y a las realidades socioeconómicas de América Latina. A medida que las tensiones continúan, la vigilancia internacional en torno a Venezuela se vuelve cada vez más crucial.
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