Marc Márquez, piloto del equipo Repsol Honda, se ha recuperado de su diplopía –una alteración que provoca visión doble– y volará este mismo miércoles con destino a Austin para poder participar en el GP de las Américas, la cuarta cita de la temporada del Mundial de Motociclismo. El corredor, de 29 años, visitó este lunes al equipo médico que sigue su evolución, dirigido por su oftalmólogo de confianza, el doctor Sánchez Dalmau, que le dio el alta. Al día siguiente, Márquez estuvo entrenándose con una Honda CBR-600 en el circuito de Alcarrás, en Lleida. Y ya avisó por la noche de que era momento de tomar una decisión. La decisión está tomada: puede ver con claridad y quiere volver a competir.
El deportista, que recayó de este problema de visión doble –ya lo sufrió en octubre del año pasado y, también, hace más de diez años– como consecuencia de un accidente sufrido durante el GP de Indonesia que le provocó un traumatismo craneoencefálico, cogerá un avión este miércoles para poder llegar a tiempo para los preparativos del gran premio y estar disponible para las primeras sesiones libres, el viernes. Austin es uno de los circuitos fetiche de Márquez, que ganó en la pista texana durante seis temporadas consecutivas, desde 2013 a 2018.
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