En un análisis reciente, Bank of America ha alertado a sus clientes sobre la expectativa de una depreciación del peso mexicano frente al euro en los próximos meses. Según sus proyecciones, la moneda podría perder un 5% de su valor hacia finales de 2025. Este escenario está respaldado por varios factores preocupantes que afectan al panorama económico del país, incluyendo la posible desaceleración de la economía mexicana y un controvertido impuesto propuesto a las remesas desde Estados Unidos.
Las autoridades financieras han estado ajustando la tasa de interés de referencia, que se ha reducido del 11.25% al 8.5% desde marzo de 2024. Este movimiento se anticipa como una medida para estimular la economía, pero también podría hacer que el peso pierda su atractivo frente a otras monedas. Las tasas de interés relativamente altas han permitido que el peso se mantenga entre las monedas con mejor rendimiento, sin embargo, cualquier recorte adicional podría reducir la demanda de la moneda nacional en el mercado.
Los analistas de Bank of America han destacado que, a pesar de las ganancias recientes, el peso está sobrevaluado en casi un 10% en relación con sus fundamentos macroeconómicos. En lo que va del año, la moneda mexicana ha logrado apreciarse más de un 7% frente al dólar, superando a sus pares latinoamericanos, con la excepción del real brasileño. Esta fortaleza se da en un contexto donde otros países se han visto más afectados por aranceles y tensiones comerciales.
En adición, el impacto que tendría un plan republicano en Estados Unidos, que busca imponer un impuesto del 5% a las remesas enviadas por extranjeros, podría agravar la situación del peso. Se estima que las remesas a México alcanzaron más de 60 mil millones de dólares en 2024. La imposición de este impuesto podría infligir un golpe significativo a la cuenta corriente de México, provocando una mayor depreciación de la moneda.
La inquietud por el futuro del peso se ve acentuada por la inflación, que ha superado las expectativas de los analistas. Las proyecciones de crecimiento en la economía mexicana se han debilitado, generando un entorno menos optimista para la moneda. A medida que los tomadores de decisión en el banco central adoptan un tono más moderado, la incertidumbre en los mercados se manifiesta.
A dentro de este contexto, Bank of America ha comenzado a recomendar a sus clientes la compra de euros frente al peso mexicano, estableciendo un objetivo de 24.0 y un límite de detención en 20.5. La reciente caída del peso, que se depreció hasta un 1.1% a 21.96 por euro, refleja la volatilidad del mercado.
Con estas circunstancias en juego, el destino del peso mexicano está en la balanza. Los próximos meses serán cruciales para determinar si las proyecciones de Bank of America se materializan o si la moneda logra recuperar su valor en un entorno internacional cambiante y lleno de desafíos.
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