México invierte 5.2% del PIB en salud

El sector salud en México se posicionó en un 5.2% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional durante el año 2024, abarcando desde la producción de bienes y servicios hasta el valor del trabajo no remunerado por cuidado en los hogares. Aunque esta cifra es ligeramente superior al registro de 2023, el incremento es mínimo y ha mantenido un ritmo de crecimiento modesto en los últimos años, generando inquietudes sobre si los recursos asignados son suficientes para satisfacer las crecientes necesidades sanitarias del país.

Cabe destacar que el gasto en salud continúa por debajo de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece un mínimo del 6% del PIB para garantizar un sistema de salud adecuado y accesible. Esta discrepancia se intensifica al considerar que, en 2024, el sector salud generó aproximadamente 2 millones 191,339 empleos remunerados en todo el país, lo que representa el 5.4% del total de empleos en la economía.

Un aspecto fundamental del gasto en salud proviene de los hogares, donde el trabajo no remunerado en cuidados de salud alcanzó un valor equivalente al 0.9% del PIB. Esto incluye todas las actividades de prevención y atención a la salud que las familias realizan dentro de sus hogares sin recibir una compensación económica. Mientras tanto, el gasto privado se situó en un 2.0% del PIB, y el gasto público llegó a un 2.2%.

De las horas que los mexicanos dedicaron a cuidados no remunerados, el 74% fue en sus propios hogares, mientras que el 26% restante correspondió a trabajo voluntario en otros hogares e instituciones. Las familias no solo participan en cuidados preventivos, sino que también asignan tiempo a cuidados temporales y especializados, lo que contribuye significativamente al valor generado en el sistema de salud.

Adicionalmente, los hogares realizan un gasto directo en salud que representa aproximadamente 1.12 billones de pesos. Esta suma se destina, en gran medida, a la compra de medicamentos y bienes de salud, que constituyen el 45.4% del gasto familiar, seguida de servicios de apoyo y consultas médicas. Este elevado gasto familiar ha traído consigo una carga financiera considerable, lo que dificulta el acceso a servicios de salud, especialmente en familias de menores ingresos.

Recientes estudios han mostrado que este tipo de gasto ha ido en aumento, reflejándose en un incremento de la población con carencia de acceso a servicios de salud. Actualmente, 34 de cada 100 personas en México enfrentan esta situación crítica, afectando de manera especial a grupos vulnerables como la población más pobre, las mujeres, los niños y los trabajadores informales.

A medida que el sector salud lucha por adaptarse a las necesidades actuales, se hace evidente que una revisión detallada y una mejora en la asignación de recursos son imprescindibles para asegurar la salud y el bienestar de todos los mexicanos. Dada la situación, se requiere una atención urgente para corregir estas disparidades y trabajar hacia un futuro donde el acceso a la salud no sea un privilegio, sino un derecho garantizado para todos.

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