En días recientes, México ha otorgado asilo político al ciudadano ecuatoriano Jorge Glas, decisión que ha sido respaldada por la cancillería mexicana. Esta acción ha sido justificada en nombre de la congruencia y el respeto a los derechos humanos, como parte de la política de asilo que el país lleva a cabo.
Jorge Glas fue vicepresidente de Ecuador entre 2013 y 2017, pero fue condenado por presuntos actos de corrupción durante su gestión, lo que lo llevó a cumplir una pena de seis años de prisión. Sin embargo, tras una serie de apelaciones y procesos legales, finalmente se le ha concedido asilo político en México.
La cancillería mexicana ha señalado que esta decisión se enmarca en la tradición de México de brindar protección a personas que son perseguidas por razones políticas en sus países de origen. De igual manera, se ha destacado que la concesión de asilo político responde a los principios de no intervención en asuntos internos de otros países.
Es importante señalar que la decisión de México de otorgar asilo político a Jorge Glas ha generado diversas reacciones y opiniones encontradas, tanto a nivel nacional como internacional. Algunos han celebrado esta acción como un acto de solidaridad y respeto a los derechos humanos, mientras que otros la han criticado por considerarla una injerencia en la soberanía de Ecuador.
En conclusión, México ha actuado en congruencia al dar asilo político al ecuatoriano Jorge Glas, siguiendo su política de protección a personas perseguidas por motivos políticos. Esta decisión refleja el compromiso del país con el respeto a los derechos humanos y la defensa de la justicia en el ámbito internacional.
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