Al menos 17 familiares de Joaquín “el Chapo” Guzmán se entregaron voluntariamente al gobierno de Estados Unidos, en un acontecimiento que pone de relieve las profundas conexiones y complicidades entre el narcotráfico y las autoridades. Este hecho se produjo como parte de un acuerdo de colaboración establecido entre Ovidio Guzmán, hijo del exlíder del Cártel de Sinaloa, y las autoridades estadounidenses. Las entregas fueron anunciadas en un contexto en que el gobierno mexicano busca aclaraciones sobre la situación.
Desde el 9 de mayo, estos familiares cruzaron la frontera en el cruce de Tijuana-San Diego, portando cerca de 70,000 dólares en efectivo, pertenencias y un permiso de permanencia temporal en territorio estadounidense. Entre ellos se encuentran varios miembros directos de la familia Guzmán, incluyendo a la madre de Ovidio y a Griselda López Pérez, una de las esposas del Chapo. También se mencionan a una hija, sobrinos, un nieto y un yerno del exlíder sitiado, quienes ahora se encuentran bajo la custodia del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
La entrega fue acompañada de imágenes que mostraron a los familiares transitando con sus pertenencias hacia el lado estadounidense, destacando la relevancia mediática de este acontecimiento. Sin embargo, hasta el momento, no ha habido un comunicado oficial por parte de las autoridades del país vecino sobre estas entregas.
Además, es relevante mencionar que Ovidio Guzmán “el Ratón”, quien se encuentra detenido en Estados Unidos, había aceptado declararse culpable de varios cargos relacionados con narcotráfico como parte de su acuerdo de colaboración para reducir su pena. Este contexto añade un nivel más de complejidad a la situación familiar, inserta en un entramado de justicia y criminalidad que ha capturado la atención del público.
La presidenta Claudia Sheinbaum, en su reciente conferencia de prensa, solicitó claridad al gobierno de Estados Unidos sobre las circunstancias de esta entrega, afirmando que el gobierno mexicano aún desconoce la situación. Resaltó la importancia de que la fiscalía mexicana reciba información relacionada con el caso, recordando que Ovidio fue extraditado bajo la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El eco de estas circunstancias resuena no solo en el ámbito legal, sino también en el paisaje sociopolítico de México, donde la lucha contra el narcotráfico sigue siendo un tema de gran relevancia y preocupación. Este suceso, con sus múltiples aristas, continúa suscitando el interés de la ciudadanía y los medios, en un país donde la historia del narcotráfico ha dejado marcas profundas y duraderas.
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