Micah Parsons, Packers, dañó los ligamentos.

Una resonancia magnética confirmada este lunes ha traído malas noticias para la defensa de los Green Bay Packers: el ala defensiva Micah Parsons se ha roto el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, lo que lo dejará fuera de juego por el resto de la temporada. Esta lesión se produjo sin contacto alguno mientras perseguía al mariscal de campo de los Denver Broncos, Bo Nix, durante el tercer cuarto de un partido que terminó en una derrota para los Packers, 34-26.

La lesión es un golpe considerable para Parsons, quien hasta ahora ha tenido una carrera notable en la NFL. Aunque perdió cuatro partidos la temporada pasada debido a un esguince en el tobillo, esta es la primera vez que enfrenta una lesión tan severa. Desde que ingresó a la liga en 2021, ha sido un pilar en su equipo, y finalizará esta temporada con 12.5 capturas, lo que lo convierte en el primer jugador en la historia de la NFL en alcanzar al menos 12 capturas en cada una de sus primeras cinco temporadas.

Por lo general, la recuperación de una rotura del ligamento cruzado anterior exige un tiempo prolongado fuera de las canchas. Históricamente, los Packers tienden a mantener a los jugadores fuera durante aproximadamente diez meses después de una cirugía de ligamento cruzado anterior. En el caso de Christian Watson, por ejemplo, su regreso se produjo 294 días después de sufrir una lesión similar. Esto sugiere que Parsons podría no regresar hasta principios de octubre del próximo año, lo que le haría perder al menos cuatro partidos de la siguiente temporada.

La pérdida de Parsons representa un reto significativo para el coordinador defensivo Jeff Hafley, quien deberá adaptar su estrategia sin uno de los líderes del equipo. Con 64 presiones a su nombre, el defensor ocupaba el primer lugar en la NFL, y la diferencia de 36 entre sus presiones y las de Rashan Gary, el siguiente en la lista de los Packers, es la mayor entre los líderes de cualquier equipo esta temporada. La presión es ahora mayor para el resto del equipo defensivo, que deberá encontrar nuevas formas de ejercer esa constante amenaza a los mariscales rivales.

Rashan Gary expresó la necesidad de que el resto de la línea defensiva se una y mantenga el enfoque en el juego. “Sabemos que habrá muchas oportunidades en las próximas tres semanas y tenemos que aprovecharlas”, afirmó tras el partido. La dimensión emocional de la lesión de Parsons también ha resonado fuera del vestuario de los Packers. Dak Prescott, el mariscal de campo de los Cowboys, con quien Parsons tiene una relación cercana, se mostró optimista al manifestar su apoyo, recordando la naturaleza difícil y exigente del deporte.

Trevon Diggs, también jugador de los Cowboys, compartió una conmovedora reflexión sobre la amistad que une a ambos jugadores, subrayando sus propias experiencias con lesiones y ofreciendo su respaldo a Parsons en este momento desafiante.

Con la temporada 2025 acercándose a su final, los Packers deberán ajustar sus expectativas y encontrar una forma de competir sin uno de sus jugadores más determinantes. El impacto de esta situación se sentirá no solo en el equipo, sino en toda la liga, mientras el futuro de Parsons se convierte en un tema de interés general. Es un tiempo de pruebas, pero también de resiliencia, y Morales ha prometido “volver con más fuerza”.

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