En el vibrante corazón del Centro Histórico de Puebla, se vislumbra una revitalización que promete transformar el paisaje comercial de la zona. Inversionistas han dado un paso audaz al planear la conversión de al menos seis inmuebles en pequeñas plazas comerciales, con el objetivo de atraer de nuevo a los negocios que han abandonado esta emblemática área. La razón detrás de esta migración se ha centrado en la falta de espacios adecuados, un problema que los nuevos desarrollos intentan abordar.
José Juan Ayala Vázquez, presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico, destacó que este ambicioso proyecto podría generar alrededor de 400 locales, marcando un hito en los últimos tres años, ya que el número máximo de espacios creados anteriormente fue de 120 en 2023. Este crecimiento no solo representaría una oportunidad económica significativa, sino que también revitalizaría el sector comercial, que ha estado lidiando con costos de alquiler prohibitivos que rondan entre los 40,000 y 120,000 pesos, una realidad que muchos comercios no pueden sostener.
Los desarrolladores han ofrecido un respiro a los comerciantes: rentas accesibles que se sitúan entre 8,000 y 15,000 pesos. Esta variación en los precios podría ser clave para atraer a aquellos empresarios que se vieron obligados a salir por la presión económica y los deficientes servicios de luz y estacionamiento.
Se anticipa que las obras de recuperación comenzarán durante el segundo semestre del año. Sin embargo, los detalles sobre las inversiones y las ubicaciones específicas se mantienen bajo reserva para evitar complicaciones por situaciones externas. Ayala Vázquez expresó su confianza en que estas nuevas plazas comerciales no solo estén listas al final del período estimado, sino que también impacten positivamente en la oferta de locales, creando una competencia esencial que podría, en última instancia, hacer presión sobre los precios de renta actualmente inflados.
La necesidad de estos nuevos espacios es también un eco del deseo de los comerciantes de no perder su legado ante el avance de franquicias de moda, comida rápida y tiendas de conveniencia. Algunos negocios tradicionales, con una trayectoria de hasta 20 años, han logrado sobrevivir, pero no pueden operar únicamente para cubrir el costo de sus alquileres.
En un momento donde la disponibilidad de locales se ha reducido considerablemente, la esperanza reside en que la remodelación del centro no solo revitalice la economía local, sino que también brinde alternativas justas para aquellos que buscan un espacio donde florecer. Con la cooperación de organismos como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quienes asegurarán que los planes de restauración respeten el valor histórico de la ciudad, el Centro Histórico de Puebla podría estar en la antesala de un renacer comercial.
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