En el barrio de Montecarmelo, en Madrid, se vive un ambiente de preocupación y desconfianza ante el informe que está preparando el ayuntamiento sobre una posible fosa común en la zona. Según reportes, la investigación se ha enfocado en un terreno conocido como “El Picón” y ha utilizado tecnología de georradar para detectar posibles fosas comunes.
Aunque los vecinos han mantenido una actitud crítica pero reservada, algunos aseguran que las autoridades no han sido claras con la información sobre la investigación y temen que se esté ocultando algo. Además, se han manifestado dudas sobre la efectividad del georradar para detectar cuerpos enterrados, lo que ha generado aún más incertidumbre en la población.
En un comunicado, el ayuntamiento ha respondido que la investigación sigue en curso y que se compartirá la información oportuna cuando se tenga. Al mismo tiempo, enfatizan su compromiso con la memoria histórica y la búsqueda de la verdad sobre lo sucedido durante la Guerra Civil española y la dictadura franquista, período en el que se cree que pudieron haber ocurrido estos entierros masivos.
La preocupación de los vecinos de Montecarmelo es comprensible, considerando el sensible tema de las fosas comunes y la falta de claridad sobre la investigación por parte de las autoridades. Sin embargo, mientras se continúa con la investigación, queda en manos de las autoridades municipales actuar con transparencia y ofrecer información clara y verificable a los ciudadanos para calmar sus temores y ansiedades.
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