En medio de las coloridas procesiones que anteceden la celebración de la Virgen de Guadalupe, una joven karateca moreliana ha decidido luchar por su sueño. Regina Herrera, de apenas 12 años, se encuentra con su familia recolectando fondos para poder asistir al Mundial de Karate que se llevará a cabo en Rumania en 2026.
Con su uniforme de karate y medallas que cuelgan de su cuello, Regina sostiene un cartel que expresa su objetivo: “Con tu apoyo me ayudas a ir al Mundial de Karate en Rumania 2026”. Su esfuerzo no pasa desapercibido; junto a su madre y dos hermanos, está vendiendo plantas en macetas artesanales, un pequeño negocio que han emprendido para financiar su viaje.
Regina ha alcanzado logros importantes en su carrera deportiva, habiendo conseguido su pase para competir en el mundial tras participar en una competencia en Mazatlán. Su experiencia en el deporte incluye una participación previa en Suecia, donde obtuvo un respetable quinto lugar, cerca del podio. Con determinación y una fuerte ética de trabajo, se prepara para superar sus logros anteriores y aspira a ubicarse entre los tres primeros lugares en su próxima competición.
El amor de Regina por el karate comenzó hace tres años, cuando tenía solo 9 años. La motivación brotó al observar las prácticas en una escuela cercana. “Me gusta mucho estar activa, pero también concentrada, y eso es lo que pide el karate”, menciona la joven atleta, quien ha encontrado en este deporte no solo habilidades físicas, sino también un medio para fortalecer su carácter y superar desafíos personales.
Apoyada por su madre, Neidy Ramírez, Regina ha emprendido esta singular actividad de venta. Neidy elabora las macetas orgánicas con la ayuda de su esposo, y juntas trabajan para reunir el capital necesario que permitirá a Regina representar a México y a su comunidad en el mundial. Neidy afirma con orgullo: “Es un proyecto grande y Regina está echando todas las ganas para irse el próximo año a Rumania”.
Este pequeño negocio va más allá de la simple venta; se convierte en un símbolo de unidad familiar y esfuerzo. Con aproximadamente 20 medallas en su haber, Regina sueña con competir en unos Juegos Olímpicos futuros, deseando que algún día su ciudad la reciba como una campeona.
El karate ha sido una herramienta valiosa en su vida, ayudándole no solo en la preparación física, sino también en el desarrollo de la confianza y habilidades de defensa personal. “Me ha enseñado a defenderme de los gandallas y a crecer como persona”, menciona la jovencita.
Para aquellos que deseen colaborar con el sueño de Regina, es posible encontrarlas en Instagram y Facebook, donde ofrecen sus plantas y otros productos artesanales que han creado para reunir los recursos necesarios para su viaje.
Con una mezcla de talento, disciplina y unas ganas inquebrantables, Regina Herrera se plantea como una futura promesa del deporte mexicano. Si todo sale bien, podríamos ver a la primera medallista olímpica de Morelia destacarse en años venideros. Este esfuerzo no solo representa un sueño personal; es también un motivo de orgullo para toda su comunidad.
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