En días recientes, se ha generado controversia en torno a la investigación de la muerte del primer jurista de género no binario, Jesús Ociel Baena. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha cuestionado la actuación de las autoridades en este caso, señalando posibles irregularidades en el proceso de investigación.
Según la información proporcionada, Jesús Ociel Baena fue encontrado muerto en su domicilio el pasado 6 de septiembre. Aunque se había reportado inicialmente como un suicidio, la CNDH ha expresado dudas sobre esta conclusión y ha solicitado una nueva investigación para esclarecer los hechos.
La muerte de Baena, quien se desempeñaba como abogado defensor de los derechos de las personas LGBT+, ha levantado preocupación en la comunidad, especialmente por la falta de avances en la investigación y la sospecha de que pueda tratarse de un crimen de odio.
Es importante recordar que, en cualquier caso, la imparcialidad y objetividad en la investigación son fundamentales para garantizar la justicia. Es responsabilidad de las autoridades llevar a cabo un proceso exhaustivo y transparente que arroje luz sobre lo sucedido y permita que se haga justicia.
En este sentido, la CNDH ha llamado a las autoridades a realizar una investigación apegada a los estándares de derechos humanos, con perspectiva de género y sin prejuicios. Solo a través de un proceso riguroso y transparente se podrá esclarecer la verdad y garantizar el respeto a los derechos de Jesús Ociel Baena y su comunidad.
Es necesario que la sociedad en su conjunto esté atenta al desarrollo de este caso, exigiendo que se agoten todas las líneas de investigación y se actúe con total imparcialidad y rigor. La justicia no puede ser selectiva ni estar condicionada por prejuicios, y es responsabilidad de todos velar por un proceso justo y objetivo en casos como este.
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