Mundial 2026: Rediseño de patrocinadores

El Mundial 2026 está en el horizonte, y con él, una transformación significativa en la forma en que se estructuran los patrocinios de la FIFA para este destacado evento de fútbol. Este cambio se basa en dos pilares fundamentales que podrían redefinir el patrocinio deportivo a nivel global.

Por un lado, la FIFA ha decidido abrir las puertas a marcas de impacto regional para que se sumen al portafolio de patrocinadores. Esta estrategia se torna especialmente relevante considerando que durante la última edición del Mundial, Qatar 2022, la audiencia alcanzó la asombrosa cifra de 5,000 millones de espectadores, cifra que se espera repetir con el evento de 2026. La introducción de marcas locales permite no solo una diversificación en las alianzas comerciales, sino que también amplía el alcance del evento, dándolo a conocer en comunidades que tradicionalmente habían quedado al margen de este tipo de oportunidades publicitarias.

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Desde un enfoque comercial, el Mundial 2026 presenta tres niveles distintos de patrocinadores: socios, patrocinadores y soportes. En el primer nivel, se encuentran patrocinadores de renombre mundial como Adidas, Coca Cola y Visa, quienes contribuyen con montos significativos y tienen contacto continuo con la FIFA más allá de los Mundiales. En el segundo nivel, marcas como Michelob Ultra y McDonald’s mezclan su alcance global con un enfoque regional. Por último, el tercer nivel incluye marcas como Airbnb y The Home Depot, cuyo impacto se mide predominantemente en el ámbito local, con pagos significativamente inferiores a los otros niveles.

Francisco San José, catedrático de mercadotecnia deportiva, resalta que este nuevo enfoque permite que marcas más locales y pequeñas tengan acceso a aliarse con un evento de tal magnitud, lo cual podría ser un punto de inflexión en la comercialización de estos eventos. Además, la duración de los contratos juega un papel crucial para determinar los costos y el alcance de cada patrocinador.

A su vez, Gustavo Schmidt, vicepresidente y gerente general de Valvoline para Latinoamérica, enfatiza la importancia de su apuesta por el mercado mexicano, al considerar su relevancia estratégica y su conexión histórica con el fútbol. Schmidt destaca que la participación en el Mundial 2026 es una inversión a largo plazo para posicionar a Valvoline de una manera más robusta en la región.

Sin embargo, la llegada del Mundial también implica un deber de responsabilidad social para los patrocinadores. La creciente demanda de los consumidores lleva a las marcas a convertirse en voces activa en temas socio-políticos, convirtiendo a los aficionados en conscientes de las narrativas que las marcas construyen a su alrededor. San José señala que esta evolución en la relación marca-consumidor va más allá de las transacciones económicas; ahora, las marcas son más que simples anunciantes, y sus interacciones deben ser más significativas y auténticas.

Con menos de un año para el inicio del Mundial entre Estados Unidos, México y Canadá, ya hay 19 marcas asociadas a la FIFA. Se anticipa que este número pueda aumentar, ofreciendo más oportunidades tanto a patrocinadores como a fanáticos, y consolidando el evento como un espacio para la innovación y la responsabilidad social en un contexto geopolítico cada vez más complejo. La edición de 2026 podría marcar un antes y un después en la historia del fútbol mundial y en la manera en que se conciben las alianzas comerciales.

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