El tan esperado Mundial de Clubes de la FIFA dio inicio este sábado en el icónico Hard Rock Stadium de Miami, donde la ceremonia de apertura se llevó a cabo bajo un espectáculo musical que, pese a la falta de estrellas consagradas, trató de impresionar a los asistentes. El evento comenzó a escasos 15 minutos del silbato inicial del partido inaugural entre el Inter Miami y el Al Ahly, mientras el césped del estadio, hogar de los Miami Dolphins, se preparaba para acoger a los equipos.
Al apagarse las luces, un video de presentación brilló en las pantallas gigantes, marcando el inicio de una fiesta donde los ritmos latinos resonaron a través del recinto. Con llamativas actuaciones, los cantantes Vikina y Richaelio compartieron el escenario junto a un grupo de bailarines, aunque la energía entre el público pareció no alcanzar el nivel esperado, con muchos en la grada ansiosos por ver la acción en el campo.
El estadio, casi completo y con capacidad para 65,000 espectadores, albergó a una multitud que sorprendió al llevar casi tantas camisetas rojas del Al Ahly como rosas del Inter Miami. Este equipo egipcio, conocido por ser uno de los más exitosos en el fútbol africano con 12 títulos de la Liga de Campeones del continente, cautivó a un significativo número de aficionados. Muchos de ellos se desplazaron desde diversos puntos de Estados Unidos e incluso desde Egipto para ser parte de este evento histórico.
Los temores iniciales sobre un posible escaso aforo se desvanecieron, brindando un respiro a la FIFA, que observa con satisfacción cómo su nuevo torneo arranca con éxito y gran participación. En un ambiente vibrante, la veneración por el fútbol queda una vez más demostrada, consolidando la relevancia de este tipo de competiciones en el calendario deportivo global.
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