Tesla ha alcanzado un hito significativo en el tercer trimestre de 2025 al entregar un número récord de vehículos, pero esto no ha logrado revertir su marcada caída en ganancias. El CEO Elon Musk se encuentra en una encrucijada, intentando equilibrar el negocio automotriz actual con su ambición de desarrollar una “armada de robots” y cumplir su promesa de coches autónomos, promesas que son clave para desbloquear un paquete de compensación de $1 billón que Tesla desea otorgarle.
A pesar de haber vendido 497,099 autos, generando $21.2 mil millones en ingresos, la utilidad de Tesla fue de solo $1.4 mil millones, un aumento mínimo de $200 millones respecto al trimestre anterior y un 37% menos que el mismo período del año anterior. Este desempeño se atribuye a un aumento del 50% en los gastos operativos, impulsados por inversiones en inteligencia artificial y otros proyectos de I+D, así como a costos de reestructuración de casi $240 millones.
La compañía también se enfrenta a tarifas comerciales que han significado un gasto considerable, incluyendo una cifra cercana a $400 millones, lo que ha sido complicado por la reciente participación de Musk en cuestiones políticas que potencialmente han afectado el negocio. Musk ha manifestado que el futuro de Tesla depende de la estrategia de integrar la IA en sus operaciones, haciendo hincapié en la masificación del “Full Self-Driving” y el robotaxi.
Si bien el trimestre récord ha generado optimismo, Tesla necesita otra racha de ventas igualmente fuerte, o superior, para igualar los envíos de 2024 y 2023. Existen esperanzas de que las nuevas versiones más asequibles de los modelos Model 3 y Model Y puedan atraer más clientes, pero aún así la compañía se desvía de la prometida tasa de crecimiento del 50% interanual.
La visión de Musk no se limita al negocio automotriz; está apostando por una red de vehículos autónomos capaz de desafiar a Uber y espera que su robot humanoide, Optimus, sea el producto estrella. Sin embargo, la producción de Optimus ha enfrentado dificultades y, aunque Musk anticipa el inicio de fabricación de su tercera versión en el primer trimestre de 2026, la trayectoria es compleja y desafiante.
Tesla ha hecho poco para aclarar el estado de estos proyectos en su reciente carta a los accionistas. Aún así, las proyecciones de gastos de capital para 2026 aumentarán significativamente debido a los proyectos de IA y robótica, además de necesitar mayores inversiones en personal para competir en la feroz guerra por talento en el ámbito tecnológico.
Dentro de este contexto, Tesla también está en medio de una propuesta para otorgarle a Musk acciones por un valor de $1 billón, actualmente objeto de discusión entre los accionistas. A pesar de las recomendaciones negativas de algunas organizaciones asesores, la amplia mayoría de los accionistas ha apoyado iniciativas similares en el pasado, lo que genera expectativas sobre la aprobación de este plan.
Musk ha dejado claro su interés en mantener el control de la empresa y ha expresado su descontento con las recomendaciones de ciertos grupos asesores, sugiriendo que su rol es vital para la ambiciosa transformación de Tesla hacia un futuro centrado en la IA y la robótica.
Este informe presenta información con fecha de publicación original de 2025-10-22 y no incluye actualizaciones más allá de esa fecha.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.