Las autoridades de México, Estados Unidos y Canadá han dado un paso significativo hacia la protección ambiental al celebrar la cuarta reunión del Comité de Medio Ambiente del Tratado entre estos tres países, conocido como T-MEC. Este encuentro tuvo lugar en un contexto crítico, marcado por desafíos ambientales que nos afectan a todos, y se realizó el 12 de diciembre de 2025.
Bajo el marco del Capítulo 24 del T-MEC, el objetivo principal de la reunión fue revisar los avances en la implementación de leyes ambientales, así como compartir experiencias y coordinar esfuerzos para fortalecer la cooperación regional en el ámbito ambiental. Por parte de las delegaciones, se presentaron importantes iniciativas dirigidas a la mejora de la protección de los ecosistemas, la gestión sostenible de bosques y áreas naturales, así como acciones encaminadas a combatir los delitos ambientales y reducir el problema de la basura marina.
El diálogo entre los tres países subrayó la relevancia de la colaboración y la coordinación técnica en la superación de desafíos ambientales comunes. Asimismo, la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) aprovechó la oportunidad para presentar información sobre proyectos estratégicos y respondieron inquietudes a través del mecanismo de Peticiones Ciudadanas sobre Aplicación de la Legislación Ambiental, lo que permitió identificar áreas clave para actividades futuras y mejorar la operatividad del Capítulo 24.
Un aspecto destacado de este encuentro fue la realización de una sesión pública virtual, donde académicos, organizaciones de la sociedad civil y diversas partes interesadas se unieron para conocer los resultados de la reunión. Este enfoque colaborativo resalta la importancia de la transparencia y la inclusión, factores esenciales para fortalecer la implementación del T-MEC.
El compromiso de México de colaborar con sus socios del norte se reafirmó, enfatizando la necesidad de construir una agenda ambiental sólida y sostenible que fomente la prosperidad compartida. La revisión integral del Tratado, programada para 2026, se vislumbra como una oportunidad clave para seguir avanzando en este sentido.
A medida que los países de la región continúan trabajando en la implementación de estrategias que beneficien tanto al medio ambiente como a la economía, es fundamental que la coordinación siga siendo una prioridad. Solo mediante esfuerzos conjuntos y sostenidos se podrán enfrentar efectivamente los retos ambientales que amenazan nuestro futuro.
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