Netanyahu, rumbo a un régimen teocrático.

En un entorno donde las tensiones políticas y los conflictos bélicos adquieren un protagonismo sin precedentes, las voces críticas dentro de Israel han comenzado a resonar con preocupación. Entre ellas, la historiadora y escritora Irit Keynan, quien forma parte del colectivo Bandera Negra en la Academia, ha dicho que la inacción de la población frente a la política actual podría desencadenar una dictadura teocrática en el país.

El eco de la historia resuena en sus declaraciones. En 1956, un incidente trágico en Kfar Qasim dejó un saldo devastador: 49 palestinos fueron asesinados por la policía israelí bajo la justificación de un toque de queda. Este caso, que llegó hasta el Tribunal Supremo hebreo, enfatiza una lección crucial sobre la legalidad de las órdenes: no todo lo que se ordena debe ser obedecido si está marcado por una “bandera negra de ilegalidad”.

Related posts

Peso mexicano se fortalece frente al dólar

24 octubre, 2025

EU difunde video de ataque a narcolancha.

24 octubre, 2025

Israel, que se ha caracterizado por su marco democrático, tiene tanto el derecho de perseguir a los terroristas de Hamás por el ataque del 7 de octubre -un evento que marca profundamente la reciente historia del conflicto- como la responsabilidad de acatar las normativas del derecho internacional. A pesar de esto, el gobierno actual, liderado por Netanyahu, se ha resistido a capturar a los terroristas, prefiriendo utilizar métodos letales que también ignoran los llamados de organismos internacionales como la ONU.

El colectivo que Keynan representa se esfuerza por apelar a la razón, vislumbrando un futuro donde la religión no impregne todas las discusiones políticas. Esta postura choca con la ideología de figuras como Bezalel Smotrich e Itamar Ben-Gvir, ministros del gabinete de Netanyahu, quienes se alinean con una interpretación más rígida y exclusiva de la identidad israelí.

Keynan señala una ironía perturbadora: el Holocausto, que debería ser un recordatorio de la humanidad y la compasión, se ha transformado en una justificación para acciones que, en su opinión, son indignas de un estado que ha sobrevivido a esas tragedias. Este cambio en la narrativa ha llevado a un enfoque que perpetúa una educación en la victimización, donde Israel ahora actúa como “victimizador” en lugar de “víctima”.

Esta percepción ha generado un disturbio, incluso en la conciencia colectiva israelí, de que toda la población de Gaza es, de alguna manera, culpable. Así lo revela una reciente encuesta de la Universidad Hebrea de Jerusalén, donde el 64% de los israelíes cree que no existe inocencia en Gaza. Este punto de vista plantea interrogantes inquietantes sobre la justificación de las agresiones en áreas civiles y la lógica detrás de tales acciones.

Los debates en los medios de comunicación no se detienen en la discusión de un supuesto genocidio; alternan entre discursos que lo consideran como tal y otros que lo ven como una forma de justicia contra terroristas. En países como México, los debates políticos parecen distraerse de esta realidad, enfocándose en asuntos internos que no siempre abordan tal crisis humanitaria.

Finalmente, se destaca que la falta de una respuesta contundente por parte de la comunidad internacional solo puede llevar a la complicidad ante lo que muchos están empezando a ver como un genocidio en la Franja de Gaza. La necesidad de alzar la voz en defensa de la civilización parece apremiante; la historia nos recordará a aquellos que permanecieron en silencio.

Esta información se basa en el contexto del 10 de septiembre de 2025 y, aunque no se proporciona una actualización, es importante considerar que la situación en la región sigue evolucionando y puede haber cambiado desde entonces.

Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.