En el fascinante mundo de la inteligencia artificial, la búsqueda de una inteligencia general artificial (AGI) que supere la capacidad humana ha ganado un renovado impulso. Este enfoque sugiere que las futuras innovaciones en AGI pueden exigir el desarrollo de algoritmos que interactúen eficazmente con el entorno físico.
Desde sus inicios, OpenAI ha realizado investigaciones notables en robótica. En 2019, la compañía logró un avance significativo al crear un algoritmo capaz de resolver un cubo Rubik utilizando una mano robótica similar a la humana. Sin embargo, en 2021, OpenAI decidió cerrar su división de robótica para concentrarse en el desarrollo de algoritmos, como los modelos de lenguaje que han permitido avances en tecnologías como ChatGPT. En un giro reciente, se ha anunciado que OpenAI ha reanudado su trabajo en robótica y está considerando la creación de robots humanoides.
Stefanie Tellex, experta en robótica de la Universidad de Brown, ha subrayado que la creación de robots más efectivos requerirá diseñar y entrenar modelos de inteligencia artificial capaces de procesar entradas perceptuales complejas y generar salidas físicas precisas. Aunque Tellex no tiene información específica sobre los planes de OpenAI, sugiere que este avance es esencial.
A pesar de que OpenAI cuenta con modelos de conversación, razonamiento, programación y generación de imágenes y videos a la vanguardia de la industria, enfrenta una competencia feroz. Varias startups, como Figure, Agility y Apptronik, han surgido en el sector de los humanoides, y gigantes tecnológicos como Tesla y Google también están invirtiendo en el desarrollo de robots humanoides. Tellex observa que, en este ámbito, no parece haber ventajas mágicas para ninguna de estas empresas.
El interés por los robots humanoides está en ascenso, impulsado por la disponibilidad creciente de hardware y software necesarios para construir prototipos que funcionen. Aunque estas máquinas continúan siendo costosas y difíciles de desarrollar, nuevos tipos de motores y componentes han facilitado la creación de sistemas operativos. Además, plataformas como Nvidia’s Isaac están simplificando el proceso de escribir el código para controlar y entrenar estos sistemas humanoides.
El entusiasmo por los humanoides está impulsado por la inversión de capital de riesgo, que ha superado los cinco mil millones de dólares en startups del sector desde principios de 2024. Según Morgan Stanley, se estima que la industria de los humanoides podría alcanzar un valor de cinco billones de dólares para 2050.
No obstante, a pesar de que los humanoides pueden realizar hazañas impresionantes, como bailar, aún carecen de la inteligencia necesaria para operar en entornos complejos y poco predecibles. Para lograr esto, será fundamental el desarrollo de algoritmos que vayan más allá de la comprensión de un modelo de lenguaje grande y que permitan controlar extremidades y manipuladores de manera efectiva. Algunos grupos de investigación ya están demostrando avances en la creación de modelos de inteligencia artificial más versátiles.
Al mismo tiempo, es evidente que la comunidad científica debe explorar nuevas ideas para impulsar el desarrollo de la inteligencia artificial. El reciente descontento en torno a OpenAI y su modelo GPT-5 forma parte de una comprensión más amplia de que alcanzar una inteligencia similar a la humana requerirá investigar nuevos enfoques.
En este contexto, Tellex apunta que OpenAI ha alcanzado un punto en su desarrollo y que ahora necesita enfocarse en la interacción con el mundo físico, marcando así una nueva fase en la evolución de la robótica y la inteligencia artificial.
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