En tiempos pasados, la implementación de sistemas de refrigeración y calefacción era vista como un lujo, pero el panorama ha cambiado drásticamente. Hoy en día, los clientes de Eneco, una destacada empresa energética de los Países Bajos, demandan soluciones de refrigeración y calefacción a nivel distrital con creciente frecuencia. Actualmente, la empresa tiene 33 proyectos en construcción, entre ellos uno en Rotterdam que utiliza agua del río Mosa para enfriar una variedad de edificaciones, desde apartamentos hasta teatros y oficinas.
El auge de la tecnología de enfriamiento no es casual. Nayral, una habitante de París, recuerda con añoranza las olas de calor que la llevaron a buscar refugio en parques durante los calurosos veranos franceses. Ante la exacerbación de estas temperaturas extremas, muchos ahora se ven obligados a recurrir a centros comerciales, donde el aire acondicionado es fácil de encontrar. En 2025, una serie de olas de calor sin precedentes golpeó Francia y otras regiones de Europa, resaltando la necesidad urgente de soluciones efectivas.
Frente a este desafío, París ha intensificado sus esfuerzos para ofrecer lugares frescos a sus ciudadanos durante los periodos de calor extremo. Un componente clave de su adaptación al clima es la red de refrigeración conectada a ríos, que actualmente abarca 100 kilómetros y se planea expandir a 245 kilómetros para 2042. Actualmente, esta red da servicio a alrededor de 800 edificios, con objetivos de alcanzar 3,000 en el futuro.
A diferencia de otros sistemas, los que se implementan en París no hacen circular directamente agua del río hacia las propiedades. En su lugar, utilizan un circuito de tuberías para llevar agua del río a instalaciones donde se transfiere el calor a un circuito cerrado que conecta con los edificios. Este intercambio térmico se realiza gracias a dispositivos denominados intercambiadores de calor. Cuando el agua enfriada desde este circuito llega a las edificaciones, más intercambiadores permiten transferir el frío a los dispositivos de aire acondicionado en las salas.
La eficiencia de este sistema varía a lo largo del año. En verano, incluso cuando la temperatura del río Sena es elevada, el coeficiente de rendimiento (COP) se mantiene por encima de 4. Durante los meses de invierno, el COP puede alcanzar cifras de hasta 15, superior al de los sistemas de aire acondicionado convencionales. Sin embargo, a medida que el calor inusual se vuelve más común, surgen nuevas preocupaciones sobre la capacidad de refrigeración disponible. Este verano, el Sena alcanzó brevemente los 27 grados Celsius, lo que suscita inquietudes sobre su capacidad para seguir enfriando el agua que circula en las edificaciones.
Para atender estas inquietudes, se han introducido dispositivos de enfriamiento adicionales que ayudan a mantener la temperatura del agua que circula en las edificaciones. Estos aparatos pueden expulsar el calor en el Sena a través de un circuito de río. Sin embargo, este proceso enfrenta limitaciones: se ha establecido que el agua devuelta al río no puede superar los 30 grados Celsius, protegiendo así el entorno acuático. Consecuentemente, el Sena solo puede absorber un aumento mínimo de temperatura en los días más calurosos. Con la probable intensificación de las olas de calor en el futuro, las reservas de frescor son cada vez más preocupantes.
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