Después de cuatro años de inactividad, Manny Pacquiao volverá al cuadrilátero el 19 de julio de 2025, en una esperada función que tendrá lugar en el MGM Grand de Las Vegas. Este recinto es emblemático para Pacquiao, ya que allí experimentó una de las derrotas más impactantes de su carrera a manos de su mayor rival, Juan Manuel Márquez, en el cuarto y último enfrentamiento entre ambos, el 8 de diciembre de 2012. Esta caída fue producto de un nocaut devastador que el propio Pacquiao describió como un golpe de “suerte”.
La historia del nocaut de Márquez es intensa. Después de tres peleas previas repletas de polémica, la cuarta contienda se convertiría en un hito. Aquel 2012, el público del MGM vivió una noche electrizante, donde Márquez, preparado estratégicamente, logró conectar un puñetazo en el rostro de Pacquiao que quedaría grabado en la memoria de los aficionados. A pesar del aviso que había dado Márquez en rondas anteriores, no anticipó que el impacto del segundo golpe sería decisivo, llevando a Pacquiao a la lona sin oportunidad de revancha.
La preparación de Márquez fue meticulosa. Desde los primeros episodios, supo que Pacquiao caía en su trampa de fintas, lo que le permitió planificar su estrategia de forma astuta. Su reconocimiento que el filipino tenía un estilo distintivo lo llevó a enfocar su entrenamiento en atacar en los momentos adecuados, lo que le dio un resultado espectacular. “La suerte no existe para los verdaderos boxeadores”, dijo Márquez, reafirmando que había trabajado arduamente para conseguir su victoria.
Con casi trece años transcurridos desde aquel fatídico nocaut, Pacquiao se apresta a enfrentar a Mario Barrios por el título mundial CMB del peso welter. Durante entrevistas recientes, no pudo evitar recordar su encuentro con Márquez, subrayando su perspectiva sobre aquel golpe. “Fue suerte. Estaba a punto de terminarlo; simplemente me descuidé y él conectó un golpe de suerte”, afirmó.
El regreso de Pacquiao despierta gran expectativa, no solo por su legado en el boxeo, sino también por su enfoque renovado en este nuevo capítulo de su carrera. El espectáculo que promete ofrecer en Las Vegas el próximo julio es un evento que aficionados y críticos por igual están ansiosos de presenciar. La pregunta que todos se hacen es: ¿podrá Pacquiao redimirse en un escenario tan simbólico? La respuesta se encuentra a solo unos días de distancia, cuando vuelva a entrar al cuadrilátero para demostrar que aún tiene lo que se necesita para competir al más alto nivel.
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