Patitos en red: física entre utilidad y locura.

Creado: 14.08.2025 | 11:25


Actualizado: 14.08.2025 | 11:25

Desde el establecimiento por Alfred Nobel de los prestigiosos premios que llevan su nombre, numerosos científicos sueñan con ser distinguidos en estas premiaciones. Cada 10 de diciembre, año con año, el mundo dirige su atención hacia Estocolmo para descubrir quiénes son los afortunados en obtener galardones en las áreas de Física, Química, Medicina, Literatura y Economía.

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En contraposición a estos reconocimientos se encuentran los premios Ig Nobel, una divertida parodia de los Nobel, que premia estudios que pueden parecer absurdos pero que, no obstante, abren camino a pensamientos creativos e innovadores. La necesidad de invertir en investigación básica ha sido abordada en diversos artículos anteriores, pero hoy profundizaremos en cómo una investigación que a primera vista podría parecer irrelevante puede desafiar nuestras perspectivas sobre el transporte de mercancías.

En 2022, el premio Ig Nobel de física se otorgó a Zhi-Ming Yuan, Minglu Chen, Laibing Jia, Chunyan Ji y Atilla Incecik por su estudio sobre el espacio que las crías de pato mantienen con sus predecesoras, y con su madre durante la natación.

Feynman, Einstein… y los patitos

El estudio toma especial relevancia si lo contextualizamos con las palabras de dos grandes físicos. Richard Feynman afirmó que la turbulencia era “el problema no resuelto más importante de la física clásica”. Por su parte, a Albert Einstein se le atribuye la famosa frase: “Voy a preguntar a Dios dos cuestiones: el porqué de la relatividad y el porqué de la turbulencia.”

¿Podrían, entonces, los patitos recién nacidos haber encontrado soluciones a cuestiones que han desconcertado a tan ilustres científicos? Según los resultados del estudio, las familias de patos navegan a la distancia correcta entre sí, aunque nunca se han detenido a cuestionar por qué esta separación es crucial, un aspecto que este análisis ha logrado esclarecer. El trabajo revela que la formación de los patitos ahorra considerablemente energía en comparación con otros agrupamientos que no consideran la interferencia de las olas.

El Ig Nobel de física 2022 destaca que los patitos que nadan en línea y mantienen distancias precisas minimizan la resistencia del agua, optimizando el gasto energético necesario para su travesía. El estudio demuestra que, al alinearse y espaciarse correctamente, todos los patitos logran moverse sin enfrentarse a la resistencia de las olas, gracias a la interferencia destructiva provocada por las mismas, simplificando así su esfuerzo.

De acuerdo con los hallazgos, los tres patitos delanteros aprovechan la energía de las olas producidas por la madre para impulsarse, mientras que los siguientes se colocan de tal manera que la interacción entre las olas de la madre y las de los primeros les arrastra sin un gasto significativo de energía.

Formaciones que van más allá de la física

En un escenario óptimo, donde los patitos mantienen una separación equivalente a una longitud de onda, el corredor en el aire generado por la madre permite a los patitos restantes nadar sin resistencia de la ola, mientras obtienen energía de la cresta producida por los primeros.

Un estudio adicional del mismo año examinó diferentes especies y reveló que los animales emplean diversas formaciones, algunas de las cuales son desordenadas y se relacionan más con interacciones sociales que con eficiencia energética. Por lo tanto, esta variabilidad presenta un reto para biólogos y físicos por igual.

El fenómeno físico que utilizan los patitos al nadar se asemeja a los principios del innovador proyecto Sea Train de la agencia DARPA, que busca utilizar formaciones de vehículos no tripulados para reducir el consumo de combustible en el transporte marítimo. Este proyecto, iniciado en 2020, contempla que hasta cuatro embarcaciones se desplacen posicionándose en la zona óptima para minimizar la resistencia del agua, replicando el comportamiento de los patos.

La naturaleza como maestra de soluciones

Estos estudios subrayan la capacidad de la naturaleza para ofrecer respuestas a retos prácticos sin necesidad de comprender completamente los principios físicos que las rigen, lo que sugiere que la adaptación de soluciones biomiméticas podría ser un camino valioso en el estudio de problemas contemporáneos. Por otro lado, investigaciones que parecen triviales a primera vista pueden resultar fundamentales para resolver desafíos críticos.

Con la proyección de que las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del transporte marítimo pueden aumentar un 35% para 2050 si no se implementan acciones correctivas, el adoptar modelos de transporte inspirados en la disposición de los patitos puede representar un primer paso hacia la reducción de estas emisiones, ayudando a enfrentar uno de los desafíos más importantes que enfrenta tanto a la ciencia como a la sociedad en su conjunto.

Es esencial reconocer que toda investigación, por intrascendente que parezca, merece un análisis profundo de sus resultados y una evaluación de sus posibles aplicaciones más allá de su campo original. En nuestro idioma, la expresión “tener los patitos en línea” se usa para indicar que algo tiene sentido. Aunque estos trabajos puedan parecer una locura en un primer momento, definitivamente nos muestran cómo mantener los patitos en línea.