Petróleos Mexicanos (Pemex) se alista para un cambio significativo en su enfoque estratégico hacia la generación de energía eléctrica. En colaboración con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa proyecta, para el año 2030, construir una capacidad de generación eléctrica que superará los 2,400 megawatts (MW), destinaría más de 51,000 millones de pesos a esta ambiciosa iniciativa.
Víctor Rodríguez Padilla, director general de Pemex, detalló en una reciente comparecencia ante el Congreso que estos proyectos de cogeneración, que aprovechan los procesos térmicos de refinerías y plantas petroquímicas, permitirán a la empresa ser “mucho más eficientes”. La construcción de tres centrales es el eje principal de este plan: una en la Refinería de Tula, otra en la Refinería de Salina Cruz y la tercera en el Complejo Petroquímico Cangrejera, con inversiones correspondientes de 17,357 millones, 16,475 millones y 17,439 millones de pesos, y capacidades de 794 MW, 728 MW y 900 MW respectivamente.
Estos esfuerzos llegan justo después de que la Secretaría de Energía publicara su Plan de Desarrollo del Sector Eléctrico, que anticipa que Pemex podrá aumentar su participación en la generación eléctrica nacional del actual 0.6% al 4.6% entre 2026 y 2030. Este impulso no solo fortalecerá a Pemex, sino que también contribuirá a que el Estado mexicano, a través de sus empresas, alcance una participación del 59% en la generación eléctrica nacional, superando el umbral legal del 54% establecido tras la reforma constitucional de 2024.
Como parte de su Plan Estratégico 2025-2035, Pemex busca diversificar sus fuentes de ingresos. Rodríguez Padilla subrayó que la compañía ya no se define solo como una empresa petrolera, sino que aspira a convertirse en una empresa de energía que explore nuevas tecnologías y sectores, incluida la geoenergía y la recuperación de litio de salmueras petroleras.
En términos de eficiencia operativa, se ha reportado que durante su primer año de administración, la empresa ha logrado reducir significativamente sus costos. Se prevé que el costo total de producción de hidrocarburos baje de 31.5 dólares por barril en 2023 a 22.8 dólares en 2025, lo que representa una notable disminución del 27.6%. Esta reducción se acompaña de una revisión fiscal que simplifica la carga tributaria, consolidando impuestos y reduciendo drásticamente los costos asociados.
Con estos planes, Pemex no solo busca optimizar su operación actual, sino también posicionarse estratégicamente en el futuro energético de México. Al abrir nuevas verticales de negocio, la empresa se prepara para un nuevo papel en el panorama energético nacional, alineándose con las necesidades y desafíos contemporáneos.
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