Peso mexicano pierde valor por inflación inesperada.

El peso mexicano mostró un leve descenso el pasado martes, en la jornada marcada por la publicación de un dato de inflación que superó las previsiones del mercado. Esta situación se presentó en un contexto donde los inversores aguardan con expectativa la reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos, en la que se prevé una reducción de la tasa de interés.

La inflación interanual en México presentó un incremento en noviembre que sorprendió a muchos analistas, incluyendo el índice subyacente, que también mostró una tendencia al alza. A pesar de que estos resultados generan un clima de cautela, no parecen alterar las proyecciones de que el banco central llevará a cabo un nuevo recorte en la tasa de interés clave durante su anuncio programado para el próximo jueves.

Actualmente, la moneda nacional se encuentra cotizando en 18.27 pesos por dólar, experimentando una caída del 0.12% en relación con el precio de referencia de LSEG del día anterior. Este movimiento refleja las fluctuaciones inherentes a los mercados ante noticias económicas relevantes.

Según un análisis de Banco Base, la depreciación del peso se produjo tras la revelación de la inflación al consumidor. En términos mensuales, la inflación general alcanzó un 0.66%, mostrando una aceleración por tercer mes consecutivo. Además, al compararse con periodos similares, estos niveles de inflación representan los más altos desde 2021. Banco Base anticipa que la inflación se situará en un 3.9% anual al cierre de este año.

Los mercados están con la mirada firme en la Reserva Federal, donde se espera un recorte de 25 puntos básicos al final de su reunión de dos días que concluye este miércoles. Sin embargo, aunque la decisión inmediata parece clara, las proyecciones a futuro se muestran más inciertas, lo que añade un elemento de especulación y análisis a la dinámica económica actual.

La evolución de estos factores es crucial para entender no solo la situación del peso mexicano, sino también el panorama económico más amplio que afecta a los consumidores y a la inversión en el país. Esta situación pone de relieve la interconexión entre las políticas monetarias de Estados Unidos y su impacto en la economía mexicana, especialmente en momentos de fluctuaciones inflacionarias.

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