En una jornada marcada por un clima de optimismo moderado, el peso mexicano ha logrado apreciarse frente al dólar estadounidense, cerrando con un tipo de cambio de 19.5223 unidades por dólar. Este avance, de 5.86 centavos o 0.30 por ciento en comparación con el cierre del día anterior, se produce en un contexto donde las noticias sobre negociaciones entre Estados Unidos y China generan expectativas en los mercados, a pesar de la confusión imperante en los titulares de prensa.
El movimiento del precio del dólar osciló entre un máximo de 19.6898 y un mínimo de 19.5125, mientras que el Índice Dólar (DXY), que compara al dólar con seis monedas de referencia, reportó un incremento del 0.31%, culminando en 99.60 unidades. Esta tendencia favorable en el mercado del peso, que culmina una semana en balance positivo, se refleja también en la comparación con el precio de referencia de LSEG del viernes pasado, donde se ganó 19.01 centavos o 0.96 por ciento.
Uno de los factores que ha contribuido a este avance es el anuncio del gobierno chino sobre exenciones arancelarias aplicables a importaciones estadounidenses, lo que alimenta la esperanza de que las tensiones comerciales entre ambas economías puedan encontrar una solución constructiva. En este contexto, el presidente estadounidense, Donald Trump, mencionó en una reciente entrevista que su administración se encuentra actualmente negociando con China. Sin embargo, la interpretación de sus declaraciones ha sido discutida por Pekín, lo que contribuye a la incertidumbre sobre el futuro de la relación comercial entre ambos países.
A nivel nacional, el peso ha recibido un impulso adicional gracias a un informe sobre la actividad económica local que superó las expectativas. Según el Indicador Global de Actividad Económica de México (IGAE), la economía creció un 1% en febrero, desafiando las predicciones que sugerían una posible recesión técnica en el primer trimestre. A pesar de una ligera disminución del 0.7% en comparación interanual, expertos como los de Actinver sugieren que estos datos podrían indicar un desempeño económico más sólido de lo anticipado.
De cara a la próxima semana, la atención se centrará en los datos preliminares del PIB, según comenta Quásar Elizundia, estratega de Pepperstone. Si estos indicadores revelan una desaceleración persistente, es posible que el Banco de México mantenga una postura cautelosa, generando así mayor presión sobre el peso.
La situación actual del peso frente al dólar resalta no solo la interconexión de las economías globales, sino también la importancia de los datos económicos locales, que pueden tener un impacto significativo en las divisas y en la confianza del mercado. El entorno sigue siendo variable, lo que sugiere que los próximos días serán cruciales para determinar la dirección del tipo de cambio en el futuro cercano.
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