Los precios del petróleo han mostrado una notable estabilidad en el mercado este miércoles, con un ligero incremento. Este comportamiento se ha visto favorecido por recientes ataques a la navegación en el mar Rojo, lo que añade una capa de tensión a la ya compleja dinámica del petróleo. Sin embargo, la situación se complica ante la sólida demanda de gasolina en Estados Unidos, un factor que presiona al alza los precios, mientras que la incertidumbre sobre los aranceles persiste como un tema latente.
Los futuros del Brent han subido 4 centavos, alcanzando un precio de 70.19 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate ha visto un incremento de 5 centavos, cotizándose a 68.38 dólares. Estos movimientos son marginales, pero reflejan las tensiones y la volatilidad que caracterizan al mercado energético.
Un informe reciente de la Administración de Información Energética (EIA) ha revelado que las existencias de crudo en Estados Unidos aumentaron en 7.1 millones de barriles, alcanzando un total de 426 millones de barriles. Este incremento es significativo, considerando que analistas esperaban una reducción de 2.1 millones de barriles. En contraste, los inventarios de gasolina y destilados han experimentado una disminución durante la misma semana. La demanda de gasolina en particular ha mostrado un crecimiento del 6%, situándose en 9.2 millones de barriles diarios, lo que indica una fortaleza en el consumo.
Phil Flynn, analista de mercado de Price Futures Group, afirma que “la demanda parece sólida y no se está ralentizando”, proporcionando un contexto de optimismo en medio de la volatilidad del mercado.
En un desarrollo preocupante, la semana pasada se reanudaron ataques en el mar Rojo, una de las rutas marítimas más transitadas del mundo. Estos ataques han sido atribuidos a la milicia hutí de Yemen, aliada de Irán, lo que añade preocupación respecto a la seguridad del transporte marítimo y sus efectos en los precios globales del petróleo.
Además, se han observado proyecciones que indican que la producción de petróleo en Estados Unidos podría ser menor de lo esperado en 2025, según la EIA. Esta situación se agrava con la reciente amenaza del presidente Donald Trump de imponer un arancel del 50% sobre el cobre, buscando impulsar la producción local de este metal clave para industrias como la de vehículos eléctricos. Este anuncio coincide con la decisión de retrasar al 1 de agosto la fecha límite para algunos aranceles, lo que ha dejado a muchas empresas en un estado de incertidumbre sobre su futuro comercial.
Este panorama del mercado petrolero, influenciado por la combinación de la demanda sostenida, la tensión geopolítica y la incertidumbre arancelaria, nos recuerda lo delicado que es el equilibrio en el sector energético global. La situación actual, que data del 9 de julio de 2025, continúa evolucionando, y permanecemos atentos a los cambios que puedan surgir.
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