El pollo en crema con rajas poblanas es un platillo emblemático de la rica tradición culinaria mexicana, destacándose por su sabor equilibrado y su textura cremosa. Esta receta, fácil de seguir, puede convertirse en la estrella de cualquier comida, ya sea en una tranquila cena familiar entre semana o en una reunión más elaborada.
Con esta preparación, menos de una hora es suficiente para obtener un plato delicioso, ideal para quienes buscan impresionar en la mesa sin complicaciones. Al utilizar ingredientes sencillos, la receta es accesible para todos, promoviendo así la cocina casera.
### Preparación de las Rajas
El primer paso en esta receta es preparar las rajas de chile poblano. Se recomienda asar los chiles directamente sobre el fuego o bajo un grill, hasta lograr que la piel esté bien quemada y ampollada. Una vez asados, los chiles deben envolverse en una bolsa plástica para que suden, lo que facilitará el pelado. Tras enfriarse, se deben quitar la piel y las semillas, y cortar en tiras.
### Cocción del Pollo
El siguiente paso es cocinar el pollo. En una sartén, se calienta aceite a fuego medio y se añaden las tiras de pollo, cocinándolas hasta que estén doradas y completamente cocidas. Es clave sazonar con sal, pimienta y comino antes de reservar el pollo.
### Salsa Cremosa
La preparación de la salsa se realiza en la misma sartén, donde se derrite mantequilla para sofreír cebolla y ajo hasta que estén transparentes. Luego, se incorporan las rajas y se deja cocinar unos minutos antes de verter crema y leche, mezclando bien hasta que la salsa espese ligeramente.
### Incorporación Final
Finalmente, se reincorpora el pollo a la sartén, asegurando que se mezcle adecuadamente con la salsa cremosa. Para un extra de sabor, se pueden agregar cubos de queso panela, lo que también aporta una textura deliciosa.
### Cómo Servir
Este platillo se disfruta mejor caliente, junto con arroz blanco o tortillas recién hechas, lo que permite aprovechar cada gota de la deliciosa salsa. También se puede complementar con frijoles de la olla o una ensalada fresca, equilibrando así la comida.
Para aquellos interesados en seguir explorando la cocina mexicana, esta receta es solo un ejemplo de la rica variedad disponible, representando la sencillez y la tradición que caracterizan a la gastronomía del país.
La preparación de este plato no solo promete satisfacer el paladar, sino que también evoca recuerdos y momentos compartidos en la mesa, reafirmando la importancia de la comida casera en la cultura mexicana.
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