Con la llegada de las festividades navideñas, se intensifica el intercambio social y, con él, el riesgo de contagio de infecciones respiratorias, entre las que destacan la influenza, Covid-19 y varios virus estacionales. Las autoridades de salud están en alerta, especialmente tras la detección reciente del subclado H3N2 de la influenza, conocido por su alta transmisibilidad, lo que refuerza la necesidad de adoptar medidas preventivas adecuadas. En este contexto, es vital proteger a las poblaciones más vulnerables, como niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Las reuniones familiares y los eventos sociales son momentos propicios para la transmisión de virus, por lo cual es esencial seguir recomendaciones que combinan prácticas tradicionales con estrategias adaptadas a la situación epidemiológica actual. Uno de los consejos más simples y eficaces es mantener una adecuada higiene de manos. Lavar las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente antes de comer y después de toser o tocar superficies compartidas, se ha demostrado como un método efectivo para disminuir el riesgo de contagio. Cuando no sea posible lavar las manos, se recomienda el uso de gel antibacterial con al menos un 60% de alcohol.
Además, cubrirse la nariz y la boca al estornudar o toser, ya sea con el ángulo interno del brazo o un pañuelo desechable, es crucial para evitar la propagación de gotas respiratorias. Pero esto no es todo; la ventilación en espacios cerrados también juega un papel fundamental. Abrir ventanas y puertas en reuniones masivas ayuda a reducir la concentración de partículas virales en el ambiente, disminuyendo así el riesgo de infección.
Por otra parte, aunque el uso de cubrebocas no siempre es obligatorio, utilizarlo en lugares cerrados y concurridos sigue siendo una recomendación prudente, especialmente en temporada invernal, cuando los contagios son más frecuentes.
La vacunación es otra estrategia clave en la lucha contra estas infecciones. Mantener al día las vacunas recomendadas, como las de la influenza estacional y los refuerzos de Covid-19, es una de las mejores maneras de prevenir formas graves de enfermedad. Es importante recordar que al vacunarse, no solo se protege a uno mismo, sino que también se contribuye a disminuir la carga de contagio en la comunidad.
Si alguna persona presenta síntomas respiratorios, tales como tos, fiebre o dificultad para respirar, es aconsejable permanecer en casa y evitar asistir a eventos. La búsqueda de atención médica es recomendable si los síntomas empeoran.
La combinación de estas medidas simples pero efectivas puede marcar la diferencia en la salud de toda la comunidad en estas festividades. La responsabilidad individual y colectiva es fundamental para disfrutar de la temporada navideña de manera segura y placentera.
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